Capítulo 34

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POV Simón
Entro a la casa y comienzo a escuchar una discusión. Subo las escaleras y me encuentro con Ámbar y Benicio discutiendo.

Benicio: ¡No puedes terminar conmigo!

Ámbar: Benicio me estás lastimando —aceleré el paso y vi como la tenía en su habitación acorralada contra la pared. Estaba ebrio.

Benicio: Te demostraré que no querés dejarme —se acercó para besarla y ella comenzó a gritar.

Ámbar: ¡No! ¡Déjame! ¡Ayuda!

Simón: ¡Te dijo que la soltaras! —lo tomé por los hombros y lo tiré. Él no podía levantarse y Ámbar se abrazó a mí llorando— ¡No quiero que la toques de nuevo! ¡¿Me escuchaste maldito infeliz?!

Benicio: Es tu culpa... ¿Verdad? Por tu culpa... ella me está dejando.

Simón: Dejala en paz.

Ámbar: Vámonos, Simón...

Emilia: ¿Qué suce...? —terminó de abrir los ojos en cuanto nos vio— ¿Me pueden explicar?

Simón: Cuida a Benicio —tomé la mano de Ámbar y salí de la habitación sin dar una sola explicación a Emilia.

Los dos bajamos las escaleras y salimos de la casa. Al ya estar afuera me abrazó muy fuerte. Seguía llorando y yo solamente acariciaba su cabello. Levantó la vista y le besé pata tranquilizarla.

Simón: No llores —sequé sus lágrimas—. Ya estás bien.

Ámbar: Muchas gracias... Si no hubieses llegado...

Simón: Ya —puse mi dedo en sus labios—. Todo está bien.

Ámbar: ¿Y ahora dónde nos quedaremos?

Simón: Tengo un lugar donde nos van a recibir, pero no creo que te guste —miré la casa de Sol.

Ámbar: ¿Ahí?

Simón: Es Luna o Matteo.

Ámbar: Está bien, vayamos con Luna.

Sonreí y le tomé la mano. Caminamos hasta la casa de mi mejor amiga. Llegamos y toqué. Justamente ella nos abrió y nos miró sorprendida.

Sol: ¿Qué les pasó?

Simón: Elle a rompu avec son petit ami et... il n'a pas très bien pris ça —la observó.

Sol: Dame tu brazo —le ordenó.

Ámbar: No —ella lo tomó igual y pude ver una marca que Benicio le había dejado. Le levantó las dos mangas de su campera y en un hombro se pudo ver un moretón.

Simón: ¿Te golpeó? —agachó la mirada.

Sol: ¡Nina! —ella salió rápidamente.

Nina: ¿Qué suce...? —vio el moretón y se quedó callada— Ámbar... —la abrazó.

Sol: Creo que es momento que me lo dejes a mí —ella la miró sorprendida. Sol se fue.

Nina: ¿Quién fue?

Ámbar: Benicio...

Nina: Vamos adentro. Simón, vamos —Sol tocaba la puerta de a lado.

Simón: Ahora voy.

Ámbar: No vayas con él —negué y fui con Sol.

Llegué justamente cuando estaba entrando y antes de que Gastón cerrara la puerta entré sin avisar.

Sol: ¡Federico! ¡Ludmila!

Simón: ¿Qué harás?

Sol: Je ne laisserai pas le bâtard qui a blessé mon cousin seul. Il n'aurait jamais dû la toucher.

Por besarte #D3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora