Por besarte #D3

Capítulo 55

POV Matteo
Despierto y lo primero que hago es ver qué hora es. Ya es tarde y debo ir con los chicos para arreglar la fiesta de cumpleaños de Diego y Fran que es hoy.

Hace tres semanas me mudé a la casa de Sol y aún recuerdo cuando les dijimos a todos lo que ella me dijo a mí el día en que nos casamos.

Camila: ¡Llegaron! —todos nos miraron con una sonrisa que desapareció al ver nuestros rostros.

Francesca: ¿Qué pasó?

Léon: No me digan que discutieron —los dos nos miramos—. ¿Qué hiciste, Jefe? —lo miré serio.

Sol: Tengo que decirles algo…

Nina: ¿Qué pasa, Sol?

Violetta: ¿Sucedió algo malo? —Ámbar, Fede y Simón fueron los últimos en acercarse junto a Karol, Juliana, Ruggero y Sharon.

Sol: Bueno… Puede ser una buena noticia para unos y para otro… no.

Ámbar: Habla Sol.

Simón: ¿Qué tenés para decir?

La miré. Las lágrimas comenzaban a formarse en su rostro y sus manos se apretaron hasta dejar sus nudillos blancos. El verla así, tan vulnerable, hizo que toda mi molestia desapareciera. Tomé su mano y me miró sorprendida. Sonreí ligeramente y ella asintió.

Sol: Estoy embarazada —todos se miraron entre sí. Se podía ver perfectamente quienes estaban felices con la noticia y quiénes reaccionarían exactamente como yo lo hice hace una hora.

Camila, Nina, Violetta y mis amigos nos felicitaron. Atrás, aún procesando la noticia, se quedaron los adultos, Ámbar,Fran, Simón y mi hermano.

Sharon: ¿Qué fue lo que hiciste? —los chicos que nos felicitaron la miraron asustados.

Juliana: Creí que habíamos sido claras al decirte que no podías dar una generación más…

Karol: ¿En serio les importa más su generación?

Sharon: Sería un caos, Karol. Dos mujeres Benson, una mujer Benson nacida de una mujer Benson.

Juliana: Viste todo lo que le pasó a estos chicos por estar cerca de ella, ¿acaso querés…?

Francesca: ¡Ella está enferma! —todos miraron a Sol— ¿Tanto les preocupa que haya dos mujeres Benson al mismo tiempo? Pues no pasará.

Ruggero: Ella no soportará el embarazo.

Ámbar: Y no puede hacer nada más que aceptar ese hecho —dijo con la voz quebrada.

Simón: Entendemos que no podés hacer nada al respecto.

Fede se acercó a nosotros y solo nos abrazó. Pude escuchar como Sol se soltaba a llorar.

«Ella crecerá sin su madre».

Miré a mi derecha y ahí estaba ella durmiendo tranquilamente. Acaricié su rostro y abrió sus ojos lentamente. Me miró y sonrió.

Sol: Hola.

Matteo: ¿Cómo dormiste?

Sol: Bien —se levantó y miró la ventana—. Siempre me ha gustado que ese árbol esté ahí, evita que el sol me dé en la cara al despertar —reí.

Matteo: No puedo tomarte en serio cuando hablas del sol, Sol —reímos.

Sol: En prepa hice una exposición sobre el sol, de hecho. Es 12 de julio, ¿verdad?