Felicity es abandonada por él hombre que decía amarla cuando más lo necesitaba, ahora le toca aprender a vivir con una nueva perspectiva, con ayuda de personas que la quieren y sobre todo de la ayuda de Laurel Lance quién se convertira en un pilar e...
-Gracias por traerme Diggle-. Le dije con una sonrisa cuando llegamos a mi edificio de trabajo.
-No es nada Felicity-. Dijo dándome una sonrisa agradable.
-Por cierto, ¿Cómo está Lyla? No la he visto en un tiempo-. Dije arrugando la frente.
-Ella se encuentra bien pero no está aquí actualmente, viajo a Ghotam hacer algo que le mando hacer Amanda-. Dijo Diggle y por la forma en que lo dijo, estaba segura que no estaba de acuerdo.
-Se que Ghotam es el peor lugar para ir... Aunque si lo piensas y haces las estadísticas, todas las ciudades son horribles solo que eso no lo dicen en televisión, ¿Por qué ocultaran todo? Digo, yo supe que está ciudad era un desastre antes de llegar pero aquí estoy, la verdad pensaba irme a Londres ó a Holanda pero uno no siempre hace buenas decisiones aunque si lo piensas, tomé una buena por que conocí a este grupo de inadaptados que se han hecho mi familia, creía estar enamorada de un idiota, luego de otros idiotas, aunque si lo piensas, no, no, olvida lo que dije, lo mejor de todo es que conocí a Laurel Lance por que a pesar de que no empezamos con el pie derecho, ahora no puedo ver un futuro donde no la tenga y me he desviado, me callaré en tres, dos, uno-. Dije guardando silencio y recobrando un poco de aire.
-Hace tiempo que no te escuchaba balbucear tanto-. Dijo Diggle soltando una risita.
-Creo que Laurel tiene algo que ver, se te pega un poco la seriedad y la verdad... Lo aprecio, el filtró que tengo a veces me hace pasar vergüenza-. Dije poniéndome roja haciendo reír más a Diggle.
-Pero eso es lo que te hace ser tu, me gustan tus balbuceos, ahora anda, estaré aquí hasta que entres-. Dijo Diggle y yo sonreí, me acerque a él besando su mejilla para después salir del auto.
Caminé hacía la entrada, me giré y agite mi mano a Diggle quién me devolvió el gesto, entre al edificio y fuí al cuarto piso, ingresé al laboratorio, me acerque a mi mesa de estación y tomé mi carpeta.
-¡¿Felicity?! ¿Eres tú?-. Grito una voz no muy lejos de donde yo estaba y sonreí.
-Soy yo, perdona por llegar tarde pero ayude arreglar las computadoras de Laurel, si las hubieras visto, te dolería el corazón-. Le dije mientras caminaba hacía él, haciendo una mueca.
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-No te preocupes, me entretuve con unas cosillas, te creo... Las personas normales tienen sus computadoras hechas un desastre-. Dijo Curtis negando con la cabeza.
-¿Y como está Laurel? ¿Ella sabe de lo que haces por las noches?-. Dijo Curtis mirándome fijamente a los ojos.
-Curtis, si lo dices de esa manera, se escucha como si hiciera algo pecaminoso por las noches y lo hago, créeme que lo hago pero con Laurel-. Dije pero cuando me di cuenta de lo que había dicho, lleve una mano a mi boca.
