Felicity es abandonada por él hombre que decía amarla cuando más lo necesitaba, ahora le toca aprender a vivir con una nueva perspectiva, con ayuda de personas que la quieren y sobre todo de la ayuda de Laurel Lance quién se convertira en un pilar e...
Me deje caer por unos momentos en el sillón, mirándo el techo, es una mañana bastante tranquila, Felicity sigue tratando de estar despierta más tiempo pero supongo que todo ese medicamento en su sistema fue mucho para ella, hoy en la mañana había ido al hospital para agendar sus citas, odiaba formarme pero lo soporte, además Laurel no está por qué estaba en su trabajó pidiendo sus vacaciones, ahora que lo recuerdo, ella nunca a tenido vacaciones, ya las necesita.
Solté un suspiro al pensar en mi hermano, uno bastante tonto e imbécil, ¿Cómo se le ocurre dejar a la mujer que ama cuando más lo necesita? Será mi hermano pero espero que Felicity nunca vuelva con él, él no se la merece, ella merece algo mucho mejor, me levanté del sillón y fui hacía a las cajas que Diggle con otros hombres habían traído ayer, eran las pertenencias de Felicity.
-Veamos que hay aquí, digo, para ver a dónde van hacer colocadas-. Dije riendo para mí misma.
Si como no, solo quiero andar de chismosa, Felicity se había convertido en una gran amiga para mí, ella siempre está ahí para mí, apoyándome en todo, es una gran mujer y todos lo sabíamos, al principio no entendía por qué eran tan protectores con ella pero ahora lo entendía, abrí una caja para ver qué solo era ropa, sus vestidos, la hice a un lado y subí otra caja hasta la parte inferior, estaba por abrirla cuando escuché un ruido extraño y frunci el ceño.
-¿Felicity?-. Dije girando para caminar hacía el pasillo, al segundo siguiente se escuchó un pequeño grito.
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-¡Felicity!-. Grite y corrí hacía donde había escuchado el grito,
Corrí lo más rápido que puede y llegué al baño, donde Felicity se encontraba tirada en el suelo, en ropa interior y su silla tirada a un lado, mi corazón se aceleró y rápidamente la ayude para sentarla contra la puerta mientras recogía la silla, también me di cuenta de que su ropa se había caído, la recogí y la puse encima de una tabla que teníamos ahí, en ese momento escuché los sollozos de Felicity y giré mi rostro para verla, al hacerlo me partió el corazón al verla así, llorando mientras cerraba los ojos con fuerza.
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