Felicity es abandonada por él hombre que decía amarla cuando más lo necesitaba, ahora le toca aprender a vivir con una nueva perspectiva, con ayuda de personas que la quieren y sobre todo de la ayuda de Laurel Lance quién se convertira en un pilar e...
Empuje mi silla hasta llegar a la cocina, tenía hambre, demasiada hambre, así que comencé abrir las puertas, sabía que Laurel y Thea habían cambiado unas cosas a los cajones inferiores para que yo pudiera alcanzarlos cuando estuviera sola, sonreí como tonta al encontrar una caja de cereales.
-¿Qué estás haciendo?-. Dijo la voz de Sara, asustandome y rápidamente giré para verla.
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-¿Buscando que comer?-. Dije con una sonrisa de lado.
-¿Y comer es... Eso?-. Dijo Sara alzando su ceja derecha mirándo mis cereales.
-Mmm... Para mí es comida-. Dije encogiéndome de hombros.
-Enserio, me alegro demasiado que estés viniendo con Thea y Laurel por qué ya te imagino viviendo sola y comiendo cosas como esa-. Dijo Sara acercándose a mi para quitarme la caja de cereal.
-¡Oye! Para tu información, nunca me he enfermado por lo que como-. Gruñi cruzándome de brazos.
-Eso es un milagro-. Dijo Sara sacando un sartén.
Murmuré algo mientras me quedaba en mi silla mirándo a Sara hacer algo para comer, aunque siendo sinceras, me divertía bastantes cuando pasaban cosas como estás, a los demás no les gustaba que mi comida fueran cosas como dulces o comida chatarra como decía Sara pero no era mi culpa, así había vivido toda mi vida y hasta ahora nada malo había pasado, era gracioso ver a los demás tratando de educarme con comida sana, sinceramente odiaba cuando me daban espinacas pero me callaba para no hacerlos sentir mal.
-Oye... ¿Vamos ir a la guarida?-. Dije mientras comía lo que Sara me había preparado.
-Si quieres ir, podemos ir, la verdad hoy no tengo planeado entrenar ni salir a patrullar-. Dijo Sara encogiéndose de hombros.
-¿Y eso por qué?-. Le dije frunciendo el ceño.
-Quiero holgazanear hoy-. Dijo con una sonrisa de lado.
Yo reí junto con ella, Sara es mi primera amistad femenina que había tenido por mucho tiempo, si... Al principio sentí que me remplazaban con ella pero después de recibir un disparo tratando de salvarla, las cosas habían cambiado, nos habían vuelto muy buenas amigas y Sara es como la hermana que nunca tuve, además era divertida y mortal.
Después de terminar de comer y de lavar los platos, ambas salimos de la casa para ir a la guarida donde estaban todos, Sara decía que tenía un pequeño descanso del bar, era genial cuando la dueña era tu amiga, eso me hizo reír al ver qué era enserio, el día de hoy no quería hacer nada, ambas llegamos en poco tiempo a la guarida, ingresamos al elevador, las puertas se abrieron y salimos, rápidamente se escucharon golpes y algunos quejidos, Sara y yo avanzamos solo para ver volar por los aires a Laurel.
-Hola hermana-. Dijo Sara con tono burlón mirándo a Laurel en el suelo.
-¿Estás bien Lau?-. Dije haciendo una mueca preocupada.
