Mi Vecino ✔ [Completa]

Capítulo 18.

Meghan

Me desperté a las siete el lunes por la mañana gracias a la jodida alarma. Me levanté de la cama, bostezando y estiré los brazos. Y en ese momento, no sé por qué, pensé en Ethan. Él y yo, o mas bien yo, no había tomado una decisión sobre la propuesta y si saldría con él. Todavía no estaba muy segura, y puede que lo hubiera evitado un pelín.

También porque no sabes qué le dirás.-dijo mi consciencia.

Obviamente, durante ese fin de semana tan maravilloso que pasamos juntos me había cuestionado la opción de empezar una relación con él, aunque tenía que admitir que tenía miedo, ya que nunca había estado en una.

Dejé los pensamientos a un lado y me dediqué a prepararme. Ya empezaba a hacer frío, estábamos en octubre, y el clima otoñal se empezaba a notar. Me cepillé el pelo y bajé a desayunar con mi madre y mi hermano. Ayer llegaron poco después de que Ethan se fuera y que yo terminara con el mar de lágrimas en el que me había puesto.

Al terminar de llorar, me prometí a mí misma no volver a llorar por el tema, ya me desahogué, era hora de secar las lágrimas y seguir con mi vida aunque siguiera rondándome la idea de hablar con mi padre.

Al llegar abajo, los dos me saludaron con unos buenos días y desayunamos los pancakes caseros de mi madre. Al terminar, me lavé los dientes, bajé las escaleras de casa con la mochila en un hombro y me fui con mi madre en coche hacia el instituto.

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El día pasó rápido. Al entrar Britany me esperaba en la puerta pidiéndome detalles de todo el finde. Le conté directamente todo lo relacionado con mi padre, por lo que reaccionó gritándome que hablase con él, sugiriendo que era probable que hubiera cambiado.

Yo no estaba tan segura de eso.

También, estuve todo el día ignorando a Caleb, o más bien evitándolo. Él se acercaba para hablarme en cada clase y yo me iba a la otra punta a hablar con otros compañeros, los cuales fliparon con que me acercara a ellos teniendo en cuenta mi falta de socialización. También en la hora del almuerzo me agarró del brazo pidiéndome hablar, por lo que respondí <<todavía no puedo>>.

Ese fue el último momento en el que intentó hablar conmigo, supongo que se cansó de perseguirme todo el rato, lo cual agradecí. Sabía que no era culpa de Caleb la infidelidad de mi padre y el hecho de que éramos hermanastros, pero era difícil estar a su lado sabiendo que vive bajo el mismo techo que mi padre.

Al salir de clase fui hacia mi casa en autobús, pero me bajé paradas antes para ir andando. Necesitaba caminar, pensar,... Tiempo a solas, yo y la música que sonaba en mis auriculares.

Poco después pude ver mi casa al cruzar la esquina, saqué inmediatamente las llaves.

Sin previo aviso un brazo me rodeó la cintura al llegar delante de la puerta de mi casa. Noté el aliento de alguien en mi oreja al tiempo que me susurraba:

—Hola hermosa. —reconocí la voz al instante. Me giré quedando frente a él.

Su pelo estaba sobre su frente y orejas, liso y mojado, sin sus características ondas. Sus ojos azules se veían más claros por el sol, casi grises, y sus labios estaban curvados hacia arriba, mostrando sus blanqueados dientes.

—¿Me extrañaste?—dijo antes de presionar sus labios con los míos en un corto beso.

—Ya sabes que sí.

—Tenía pensado hacer algo juntos hoy, quería llevarte a comer y ya sabes, hablar de ese tema que tenemos pendiente

Mis mejillas se tiñeron de rojo. Él siempre que podía sacaba el tema. Asentí lentamente.