Meghan
No podía parar de llorar. Las lagrimas no cesaban y sentía un grande hoyo en mi pecho. Los únicos recuerdos que tenía con mi padre empezaron a reproducirse en mi mente como un grabación de video.
Mamá estaba con Matty en la parte trasera del porche, ayudándole a pintar con acuarelas, mientras, yo saltaba y corría por todo el patio.
Papá, que me perseguía, me agarró de la cintura y me alzó hacia el cielo.
Sentía que estaba volando, solo veía las nubes blancas, parecidas al algodón de azúcar y el inmenso cielo azul claro.
—¡Soy un pájaro! ¡Mira mamá!—grité.
—Yo también quiero ser un pájaro y volar alto, muy alto mami.—dijo Matt a mamá.
Papá me colocó encima de sus hombros. Al ser tan alto, parecía que fuera un gigante desde mi vista. Matty, al ver que nos acercábamos a él se levantó de la silla y se acercó a nosotros corriendo. Papá me levantó, dejándome al suelo y empezó a alzar a mi hermano. Yo me fui junto a mamá.
—Si es mi princesita.—dijo mamá mientras me sentaba a su lado en la silla.
—Ya no soy una princesa, soy una hada. ¿Has visto como de alto he volado?
—Oh sí, claro que lo he visto. Ha sido impresionante cielo.
Reí divertida mientras escuchaba a Matt gritar de emoción. Tenía dos años, todavía era muy pequeño. Le faltaban sus dos dientes frontales y su pelo negro estaba más largo.
—Oye mamá...
—Dime Meghan, cariño.
—¿Todos los días serán así?
Ella frunció el ceño ante mi pregunta.
—¿A qué te refieres?
Me giré para ver a papá y a Matt estirados en la verde hierba, señalando hacia el cielo.
—Así de felices.
Mamá solo asintió, pero no respondió a esa pregunta.
Ella no sabía que yo sabía lo que pasaba en la noche. Ella y papá no paraban de discutir y yo los escuchaba hasta que me quedaba dormida.
Esa misma noche escuche los llantos de mi madre y la puerta principal cerrándose de un portazo.
A la mañana siguiente papá no estaba.
Me sequé con el dorso de mi mano las últimas lagrimas. No seguiría llorando por eso.
Al instante estaba marcando el número de Ethan, llamándolo. Escuché su voz en el segundo tono.
—Hola hermosa. Pensaba llamarte mañana.
Sorbí por la nariz, él se quedó callado.
—Hey, ¿estás bien?¿Ha pasado algo?
No contesté por unos segundos hasta que pude hablar entre susurros, casi no me salía la voz.
—¿Puedes v-venir p-por favor?
Él me respondió con un sí, para colgar después. No tuve que esperar mucho, el timbre sonó apenas un minuto después. Al abrirla me encontré con Ethan en chándal y sudadera con una bolsa de palomitas en mano.
—Podemos zampárnoslas mientras lloras, te desahogas y me lo cuentas todo.
Sonreí, envolviéndolo en un abrazo. Él hundió su cabeza en mi hombro y yo en la curva de su cuello, oliendo su característico olor. Olía a seguridad, a estabilidad.
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Mi Vecino ✔ [Completa]
RomanceMeghan es una chica de dieciséis años viviendo una vida de cualquier adolescente. Todo cambia cuando ella y uno de sus vecinos entablan conversación después de 5 años viviendo uno al lado del otro. Él es Ethan, un chico de diecisiete años súper atra...