🐺|| I, I got my eyes on the prize
Fight 'til the day that I die
Can't knock me down and that's why
I got 'em all the way up
- Todo es diferente cuando te
...
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Harper POV
Cuando llegué a casa y Lydia me vio las heridas, inmediatamente me llevó al baño para coger el botiquín y curarlas.
- Oye Harper, ¿no tienes algún truco para curarte?
- Puedo acelerarlo pero no curar por completo, ya lo he hecho.
- Está bien, te las desinfectaré.
Una vez terminado, las dos nos fuimos a nuestras habitaciones y nos quedamos totalmente dormidas
Al despertar, lo único que sentí fue un fuerte dolor de cabeza. Fui a la cocina y me tomé un par de pastillas. Lydia bajó por las escaleras ya vestida.
- Harper, ¿qué haces que no estás preparada todavía?
- Primero de todo, tengo un inmenso dolor de cabeza y segundo, ¿para qué?
- ¿Tal vez para el viaje que tienes con el entrenador?
Mi cabeza hizo click.
- ¡Mierda! ¿A qué hora salían? ¿Llego a tiempo? Espera, ¿por qué tú estás arreglada?
- Bueno... Allison y yo pensamos en seguiros, ella está preocupada por lo de anoche. Allison ya está fuera, te vemos allí.
- Bien, intentaré alcanzaros.
Ella se fue y aún con la cabeza como la tenía, subí lo más rápido a mi cuarto, me vestí y me preparé lo necesario para el viaje.
Miré la hora, quince minutos desde que mi prima se había marchado.
Bajé de nuevo las escaleras y cuando estaba a punto de salir por la puerta, recordé que no había comido nada. Busqué en la nevera un paquete de oreos pero no lo encontraba, pasé a buscar por los cajones, nada.
¿Dónde podrían estar?
Observé la cocina y encima de unos muebles los encontré, estaban demasiado alto así que hice utilidad de mi magia. Cuando los tuve en la mano, mi teléfono sonó, era Stiles.
- Sti, ¿qué pasa?
- ¿¡Qué pasa!? ¿¡Cómo se te ocurre no estar aquí!? -separé el teléfono de mi oreja, definitivamente no era Stiles, era el entrenador- Harper Martin, más te vale encontrar una manera de llegar a nosotros sino me replantearé que estés en el equipo.
- Sí entrenador -y me colgó-.
Ahora sí que debía darme prisa. Le pedí a Lydia que me pasara la ubicación, tampoco estaban tan lejos.
Salí de la casa y una vez dentro del Camaro, el recuerdo de Derek cayendo vino a mi mente, Isaac no me volvió a decir nada sobre él. Dejé un mensaje a Cora por si sabía algo de su hermano.
Luego cogí el volante y aceleré, estaba en mitad de la carretera, solo estaba yo, en un semáforo en rojo. Un golpe en la ventana me hizo saltar, era una mano llena de sangre que rápidamente cayó al suelo. Abrí la puerta y me encontré con un Derek moribundo, genial, justo ahora tenía que pasarme esto.
