🐺|| I, I got my eyes on the prize
Fight 'til the day that I die
Can't knock me down and that's why
I got 'em all the way up
- Todo es diferente cuando te
...
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Harper POV
Scott, Allison, Isaac, Amber y yo fuimos a casa de los Argent para buscar a Chris, debíamos hablar con él sobre lo que acababa de pasar. Intentamos llamarle por teléfono pero no lo cogió, preocupando a Allison, y bueno, a todos en cierta parte.
Al entrar en la casa, no había nada extraño. Subimos al otro piso y al mirar a la derecha, el cuerpo del cazador estaba tirado sobre el suelo. Corrimos todos a ayudarle, estaba herido, tenía algunos golpes de los que salía algo de sangre. Lo llevamos hasta la oficina y mientras hablamos con él, su hija le curaba las heridas.
- Les brillaban los ojos -menciona Scott-.
- Había algo de ritual en lo que hacían, como si estuvieran mirando su alma -nos explica sobre su experiencia-.
- Lo mismo que me hicieron a mí.
- Lo que le hicieron a todos -responde Allison a Isaac-.
- A todos no, solo a los hombres lobo, y bueno, a Harper que tiene los genes y Lydia -dice Scott-.
- A cualquiera con una conexión sobrenatural.
- ¿Quién era el hombre al por el que fueron en Japón?
- Un kumicho. Un jefe de la yakuza, fue mi primer negocio de arma. Solo tenía 18 años y se suponía que debía ser un simple intercambio, pero Gerard dejó de lado el pequeño detalle de que los compradores, eran de la yakuza. Quería ver si podía adaptarme, probar mi capacidad de improvisar.
- O la de sobrevivir.
- En cuanto se puso el sol, salieron de las sombras, tenían espadas, rectas y de acero negro.
- ¿Qué querían? -pregunté interesada-.
- Al kumicho. Mataron a todo ser viviente a su paso.
- ¿Los marcaron?
- No exactamente.
A continuación nos contó cómo tres de esos enmascarados atacaban con sus espadas al jefe de la yakuza, pero este no era un simple ser humano, también estaba conectado con el mundo sobrenatural.
- ¿Qué era? -habla Scott-.
- No lo sé, pero puede que haya alguien que lo sepa. Hubo otros que sobrevivieron a esa noche. Uno de ellos fue Katashi, lo llamaban Dedo de plata por una rara prótesis. Desde hace un tiempo él está en el país, ayer intenté encontrarle.
- No parece que quiera que lo encuentren -señala Isaac las heridas de su cara-.
- No, especialmente no.
- ¿Cree que él sabe lo que son? ¿O lo que quieren?
- Puede ser.
- ¿Y si no quiere hablar? ¿O no te recuerda? -pregunta Allison apoyada en la pared-.
