🐺|| I, I got my eyes on the prize
Fight 'til the day that I die
Can't knock me down and that's why
I got 'em all the way up
- Todo es diferente cuando te
...
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Harper POV
- Si mi padre lleva razón, eso significa que hay otro hombre lobo en la ciudad que no conocemos.
- Lo sé -contesta simple Scott mientras caminábamos por el bosque-.
- ¿Y si resulta ser algo así cómo trillizos que forman un perro de tres cabezas? No me apetecería encontrarme eso.
- A nadie, Stiles -respondo mientras alumbraba el camino con una esfera de luz-.
- Harper tiene razón, y menos ahora porque no puedo controlar mi transformación.
Continuamos unos pasos más adelante cuando se escuchó un aullido que asustó al de pecas. Eso hizo que tirara el móvil de Scott con el GPS a un charco de agua. Los dos miramos inmediatamente a Stiles.
- Lo siento. Odio tanto a los coyotes, siempre suenan como si estuvieran maltratando a un pequeño animal indefenso.
Bajamos la pequeña cuesta y recogimos el dispositivo, aún funcionaba, no tenía ni idea de cómo.
- Harp, alúmbrame allí.
Conduje la esfera en la dirección que Stiles había marcado. Por fin encontramos algo, un coche destrozado boca abajo y desgastado.
- ¿Por qué no lo movieron? ¿No es una prueba?
- Probablemente demasiados problemas para remolcarlo.
Recorrí mi mirada por el cacharro de metal y entonces vi las marcas, llamé a los chicos y se las mostré, eran las garras de un hombre lobo.
- Mi padre tenía razón -se sorprende Stiles-.
Este buscó dentro del vehículo y encontró una especie de muñeca, de repente, el juguete habló por si solo dándonos un susto de muerte, sobre todo a Stiles, que pegó un pequeño grito.
- Creo que acabo de sufrir un mini infarto.
- Eh, Stiles, Harper. Decidme que veis eso.
- Lo veo -contestamos al unísono-.
A unos metros de distancia, entre dos árboles la oscuridad, destacaban un par de ojos azules que nos observaban. Cuando se dio cuenta de que lo vimos, se largó, pero la cosa no quedó allí, Scott fue detrás del lobo obligándonos seguirle.
Sin embargo, no pudimos seguirle el paso por dos cosas, la primera era que nosotros no corríamos tan rápidos como ellos, y la segunda, porque sentí una especie de calambre en todo mi cuerpo.
- Harper, ¿estás bien? -pregunta Stiles acercándose a mí-.
- No lo sé, ha sido algo raro.
- ¿Puedes andar?
Iba a dar un paso cuando volví a sentir la misma sensación, desequilibrándome al momento, si no llega a ser por Stiles, hubiese caído al suelo.
