🐺|| I, I got my eyes on the prize
Fight 'til the day that I die
Can't knock me down and that's why
I got 'em all the way up
- Todo es diferente cuando te
...
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Harper POV
Al comienzo de la clase, escuchamos el grito del entrenador al caer en la broma de estos dos.
- Noche de bromas, noche del diablo, no me importa como me llaméis, sois todos unos delincuentes, ¿creéis que es divertido tirar huevos a mi casa?
Todo el mundo se reía, ¿cómo no hacerlo?
- ¿Y esto? ¿Otra bromita? -preguntó cogiendo una caja sobre su mesa-.
Pude ver las caras de Stiles y Scott, ese regalo no era suyo. Miré a Lydia a mi derecha pero estaba concentrada en su móvil.
El entrenador tiró la caja al suelo y lo pisó, se escuchó el ruido de los cristales rompiéndose. Se agachó para recoger el trozo más grande y comprobó que era una taza en la que ponía "1# coach" luego leyó la carta que lo acompañaba.
- Feliz cumpleaños... Greenberg.
Acababa de enterarme que era el cumpleaños de Finstock, y encima había roto el único regalo que le habían hecho los alumnos.
- ¿Qué estás haciendo? -escucho el susurro de Danny-.
Miro en hacia dónde él veía, mi prima daba con su mano al aire, pero no había nada a su alrededor lo cual me resultó verdaderamente extraño.
- Hay una mosca -contesta volviendo su mirada a la pantalla-.
Al terminar la clase, le pregunté a Lyds si se encontraba bien, a lo que ella respondió con un simple sí y se fue por la puerta. Yo me esperé hasta ver que no quedaba nadie en el aula. Cuando así fue, me acerqué a la papelera, cogiendo los trozos que el entrenador tuvo que tirar porque no se podían arreglar, al menos no con pegamento.
Los extendí encima de la mesa y justo cuando iba a hacer uso de mi magia, la puerta se abrió asustándome al instante.
- Ey, tranquila, soy yo -me dice Amber-.
- Me has asustado.
- Me he dado cuenta -se ríe- ¿Qué hacías aquí sola?
- Solo estaba arreglando una cosa.
Cerré la puerta con magia, evitando que alguien más pudiera interrumpirme. Mientras montaba las piezas para que quedara perfecta, decidí preguntarle a la rubia.
- Oye, antes os vi a Isaac y a ti hablar, ¿todo bien?
En menso de un segundo vi cómo sus mejillas se ruborizaron, ahora estaba más interesada en su respuesta, ¿qué había pasado de un día a otro para que estuviera así?
- ¿Amber...?
- No digas que te lo he contado, me dijo que te lo quería decir a ti si seguíamos con esto.
- Suéltalo ya, por dios.
- Ayer, después de irnos de tu casa... pues Isaac me llamó pidiéndome ayuda. No quería avisaros ni a ti ni a Allison porque no era de importancia.
