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No imaginaba que el dejarlo con David me iba a producir semejante paz mental. Es como si me hubiese quitado un peso de encima, que llevaba tanto tiempo y no me había dado cuenta hasta ahora, gracias a cierto rubio que ocupa gran parte de mi mente.

Solo llevaba a penas un año viviendo en esta casa, pero le he cojido cariño. Me da pena marcharme aunque por otra parte me hace muchisima ilusión vivir de nuevo con mi mejor amiga.

Meto los ultimos neceseres en la maleta y la cierro, mirando a mi alrededor, recordando bonitos momentos que he pasado con David. Por un momento pense que no sabía si estaba bien lo que estaba haciendo, pero la tranquilidad que me ha producido romper la relación lo afirma por si sola.

- Bueno, me voy. Ya hablaremos... cuando... bueno, cuando quieras. - le sonrio. No obtengo
respuesta, solo una simple y sincera sonrisa que asoma por sus labios.

Dejo las llaves en el recibidor y salgo de esa casa cerrando la puerta detras de mi.
Suspiro y me encamino hacia la que va a ser de nuevo mi casa, la que echaba tanto de menos y que tantos buenos momentos he vivido.

No le dije a Sam la decisión que iba a tomar, ella simplememte me dio consejos, se los agradecí pero no le dije lo que iba a hacer. Esta mañana cuando nos levantamos me dijo que si me decidía por dejarlo que aquí tenía de nuevo su casa, así que por sorpresa voy a aparecer con las maletas. Estoy segura de que le va a hacer mucha ilusión igual que a mi, a parte de por volver a vivir con ella por haberlo dejado con David.

Cuando iba a pegar al porterillo, un vecino que iba a salir me abre, mejor, así es mas sorpresa todavía.
Con la maleta, frente a la puerta pego al timbre imaginandome ya la cara de la rubia cuando me
vea parada con la maleta frente a su puerta.

Para mi sorpresa, en vez de aparecer una rubia, la persona que me abre la puerta es el rubio del que no me saco de la cabeza y del que por cierta parte estoy aqui.

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