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El timbre sonando hace que poco a poco me vaya despertando, notando los rayos de sol que entran por las pequeños huecos de la persiana.

- David, ve tu. David. - aun con los ojos cerrados toco al otro lado de la cama para avisarlo, pero es ahi cuando me di cuenta que no había nadie. David estaba trabjando.

Resoplo y salgo de la cama frotandome los ojos para ver de quien se trata el timbre insistente.

Al abrir la puerta me encuentro a un rubio que me mira nervioso suplicandome con la mirada que le deje pasar.

- Te he despertado? - me pregunta preocupado.

- Sí, pero no importa. Pasa - me eche hacía un lado para que pasara.

Cuando iba a entrar al salón freno y se giro mirandome con cara de asustado.

- David esta aqui?

- No, esta trabajando. ¿Porque? ¿Que pasa Hugo?

Suspira aliviado y va hacia el sofa sentandose en el filo frotandose las manos nervioso.
Mentiría si dijese que no tengo miedo de lo que me va a decir. Y aun estando medio dormida todas las mariposas que hay en mi interior si que estan despiertas.
Las palabras no salen de mi y me quedo de pie a una distancia considerada de Hugo esperando a que sea él, el que tome la palabra primero.

- Hugo...habla por favor - dije ya al borde la desesperación.

- No aguanto más Eva, he tenido una pesadilla horrible y me he despertado a las 6 de la mañana y desde esa hora llevo dandole vueltas a lo mismo. No puedo más. - lo suelta todo sin mirarme a la cara y con la pierna sin dejar de moverla.

- Pero, ¿qué es lo que no aguantas?

- ¿Enserio? - porfin conecto con sus ojos verdes, aunque no se si ha sido buena idea. - ¿No sabes que es lo que pasa? - se levanta nervioso y se pone justo enfrente de mi demasiado cerca.

No consigo articular una palabra y es él, el que vuelve a tomar la palabra de nuevo sin apartar nuestros ojos.

- ¿Me vas a decir que entre nosotros no ha pasado nada Eva?

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