Agua y Aceite ~ Wos

15

"Lo que te haga feliz"

Luna

Hacía un poco más de una hora que estaba sentada en la cocina pensando en lo que había dicho Valentín.

Estaba borracho, no sabe lo que dice.

¿O sí?

¿Yo le gusto? ¿Siempre le gusté?

No, Luna. Seguro lo dijo por decirlo.

¿De qué le serviría decirlo?

No sé.

¿Y para que vino acá entonces?

-No me hagas preguntas que no puedo contestar, estúpida.-le contesté a mi propia cabeza.

Saber esto hizo que mis sentimientos recientemente encontrados por Valentín se mezclen aún más.

Miré la hora en mi celular, iban a ser las cuatro de la mañana.

-Auch.-me quejé cuando con mis dientes arranqué un pedacito de piel de mi dedo.

Si me seguía comiendo las uñas con tanto nerviosismo me iba a quedar sin dedos.

Escuché un ruido que venía de la sala y me levanté de la silla e intenté arreglar mi pelo y mi cara en el reflejo del horno.

Pero giré mis ojos cuando ví lo que estaba haciendo.

Es Valentín, Luna.

Aparte él debe estar en peor estado.

Me acerqué al sillón y estaba sentado refregando sus ojos.

-Buen día.-dije y al parecer lo asusté porque se sobresalto un poco.

-Luna, perdón, te juro que no se qué..-se levantó pero se volvió a sentar cuando sintió una puntada en su cabeza.-Agh.-se quejó.

-Linda resaca vas a tener.-dije riendo y busqué en los cajones una pastilla para el dolor de cabeza.

Agarré un vaso con agua y me senté a su lado en el sillón.

-¿Yo estaba con vos?.-preguntó una vez que ya se había tragado la pastilla.

-Yo ni siquiera salí, nene.-abrió sus ojos y yo reí.-Te apareciste acá hace como una hora, dijiste muchas boludeses y espantaste a Pablo.-ví como llevó sus manos a su cara y la refregó con nerviosismo.

-Perdón, perdón, perdón.-dijo apenado.-No suelo ser tan desalborotado con el acohol.-subí mis cejas.-Bueno, un poco capaz, pero hace mucho no tomaba tanto.

-Se notó.-le dí unas palmadas en la espalda a modo de broma y ambos reímos.

"Vos.. estas acá"

La voz de Valentín resonó en mi cabeza y me puse nerviosa, así que me alejé un poco de él.

Creo que él lo notó así que dejó el vaso de agua sobre la mesa y se levantó poniéndose los zapatos.

-Gracias por alojarme, pero mejor me voy, seguro te cagué la noche.

-Mirá si voy a dejar que te vayas en este estado salame.-me levanté.-Te puede pasar algo manejando.

-Tranqui, estoy bien.

-Deciselo a tu cara entonces.-ambos reímos.-No posta, no me molestas.