Agua y Aceite ~ Wos

T2 - 6

"Corazones rotos"

Luna

Miraba la infrestructura que tenía frente a mis ojos y no podía creer lo tan hermosa y mágica que se veía.

Estaba nada mas y nada menos que parada en frente de la famosa Fontana di Trevi, en Roma, Italia.

Cuando ví que las pocas personas que habían alrededor de la fuente comenzaron a irse, decidí acercarme mas.

Y sí, yo también quería hacer el famoso acto de tirar la moneda con la esperanza de volver algún día. Ya que según cuenta la historia, si lanzas la moneda de espaldas a la fuente, algún día vas a volver y el deseo que pidas se va a cumplir.

Muy cursi, sí. Pero no perdía nada.

Me alejé un poco y me senté en uno de los banquitos de piedra que había por ahí cerca y saqué mi celular cuando vibró en mi bolsillo.

Era un mensaje de Isa, preguntándome si estaba bien. Le contesté que sí y que en un ratito volvía.

Si bien eran como las siete de la tarde, al ser invierno ya estaba bastante oscuro, pero iba a quedarme un rato más.

Había salido a caminar sola para despejar mi mente y de paso conocer la ciudad. Necesitaba estar un rato sola, en paz para poder pensar.

Habíamos estado todo el día ocupados en la convención que ni un poco de atención le presté porque la presencia de Valentín alteraba cada parte de mi, y ya me sentía sofocada en el hotel.

Un gritito hizo que me sobresalte y giré mi vista a mi izquierda, donde a tan solo unos metros había una pareja, el chico estaba arrodillado y la chica se lanzó a sus brazos para besarlo, indicando que le había pedido casamiento.

Los pocos turistas que estaban por ahí aplaudieron cuando al parecer la chica dio el "sí".

Flashback

-Estan buenísimos, Valen. De verdad.

-Gracias.-dijo sonriendo.-Mi.. mi abuela me enseñó a hacerlos cuando era chico, tienen algo diferente en la receta que hace que no sean tallarines comunes, y.. y nada eso.

-Dale, que ibas a decir.

-Que me dijo que si los preparaba no sea a cualquier persona, sino a alguien que valga la pena.

Fin del Flashback

Una lagrima cayó por mi mejilla y sin dejar de sonreír por la feliz pareja, la limpie rápido con la manga de mi campera.

Suspiré y me senté mejor en el banquito, metí mis manos en los bolsillos de la campera y moví mi cabeza para tirar mi pelo detras de mis hombros.

Cerré mis ojos para disfrutar de la brisa fresca que golpeaba mi cara hasta que sentí que alguien se sentó al lado mío.

Y un perfume, que reconocería a cientos de kilómetros invadió mi nariz.

Perfume que mas de una vez quedó en mis sábanas, en mi ropa o incluso en mí misma.

El perfume de Valentín.

Ninguno de los dos dijo nada. Solo mirábamos el agua caer y moverse dentro de la fuente.

-Esos estan hospedados en el hotel.-dijo señalando con la cabeza a la pareja de antes, rompiendo el silencio entre nosotros.-Estan en la habitación de al lado a la nuestra, le dieron matraca toda la noche.