Agua y Aceite ~ Wos

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"El no-fin de semana" - Parte II

Luna

Miré la hora en mi celular.

Iban a ser las siete de la tarde cuando algunas gotitas empezaron a caer en el vidrio del auto.

Durante todo el camino pudimos ver a las nubes que amenazaban con traer una tormenta pero por suerte nos dejaron llegar.

Hace como diez minutos que estoy esperando en el auto a Valentín, si bien habíamos llegado, él quiso pasar primero por el supermercado a comprar unas cosas ya que en la casa no había nada.

Pero no me dejó bajar con él por alguna razón.

Cuando ya estaba empezando a impacientarme porque tenía el culo cuadrado de tantas horas acá sentada, lo ví salir del supermercado con un par de bolsas y reí al verlo correr para evitar mojarse.

Abrió la puerta del asiento trasero, y revoleó las bolsas ahí atrás. Espero que no haya comprado huevos.

Una vez en el auto entró y se sacudió agarrando su buzo que estaba también en los asientos de atras.

-Está re fresco afuera.-dijo encendiendo el auto.

-Yo te avisé bro.-dije cuando recordé que antes de que baje le dije que se agarre el buzo.

Me dedique a mirar por la ventana el camino hasta la casa mientras escuchaba la música que salía de la radio.

Pasamos por el centro de la ciudad hasta que Valentín se desvió del camino y nos metimos por otro con calles de arena.

Era un camino todo arbolado, se notaba que eran casas en las que la gente iba a veranear, porque no había mucho movimiento por la zona salvo por dos o tres parejas de viejitos.

(...)

-Es re linda la casa.-dije mirando por la ventana de la cocina. Por atrás se podía ver a lo lejos la playa y el mar, que estaba bastante crecido debido a la tormenta y el viento.-Me gustaría vivir acá, es re tranquilo.

-Ahora esta tranquilo que es pleno Agosto.-Valen rió.-Yo vengo desde chico y en Enero y Febrero no podes dar dos pasos que se llena de gente, pero sí, es lindo. Además dentro de todo es tranquila esta zona.

Asentí con mi cabeza y me senté en el banquito en frente de la isla de la cocina en la que Valentín estaba sacando todo lo que había comprado.

-¿Me vas a decir que compraste ahora?.-pregunté apoyando mis codos sobre el mármol y apoyé mi cabeza en mi mano.-¿O me vas a envenenar en secreto?.-él rió.

-Me descubriste.-reí.-Te voy a amasar unas pastas.-dijo sonriendo triunfante y yo subí mis cejas.

-¿Sabes amasar pastas?.-estaba sorprendida.

-Obvio, nena. ¿No me tenes fe?.

Reí.-Si, si. Te tengo fe, solo que me sorprendes todos los días, tocas el piano, la bateria, ahora sos cocinero, ¿algo más?.-ví como rió y empezó a abrir el paquete de harina.

-Tiro freestyle también.

-¿Tiras qué?.

-Freestyle, ¿no sabes lo que es?.-negué con la cabeza.-Con una base yo voy tirando rimas que se me vayan ocurriendo en la cabeza, y obvio tienen que tener sentido.