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*las acciones narradas en este capítulo son producto de la investigación de la autora y no representan necesariamente un juicio real*

QUIZÁ TE VEA EN EL INFIERNO

CHRISTIAN
3/AGOSTO

El último viernes antes de que las vacaciones terminaran, citaron el juicio del imbécil.

Aquí vamos de nuevo.

Ada dormía tranquilamente sobre mi pecho mientras yo la observaba, sus padres llegarían mañana así que esta era la última noche que dormía aquí conmigo, miré el reloj que reposaba sobre el escritorio y me di cuenta de que eran las cuatro y veintisiete de la mañana, no había dormido nada, estaba realmente nervioso, incluso más que ella, el sonido de mi teléfono en alguna parte rompió el silencio del lugar y lo contesté lo más rápido que pude para que el ruido no la despertara.

—aló—dudé un poco, ¿quién podría ser a esta hora?

—hijo, violaron el código de seguridad de la hacienda, alguien extrajo un par de horas de grabación.

Maldita sea, seguro era el abogado del diablo—¿necesitas que yo vaya?

—no, sólo tenía que decírtelo antes de dormirme, no podía dejarlo pasar.

—probablemente van a intentar probar algo con eso.

—es lo más probable—masculló mi padre sonando un tanto distraído—¿cómo está ella?

—nerviosa—respondí.

—¿llegó lo que le compraste?

—sí, llegó esta tarde.

—muy bien hijo, deberías dormir un poco.

Imposible.

—tú también papá, descansa.

Colgué el teléfono y la abracé descansado mi nariz en su cabello, impregnándome con su aroma a vainilla, durmiéndome poco a poco.

Desperté con su mirada sobre mí, sus ojos eran el lugar más cálido que yo había conocido, de un café profundo y brillante, me miraban de la forma más maravillosa, como quien mira un diamante o un atardecer.

—buenos días—dijo sonriendo, acercando su rostro al mío.

Dios mío, su cara es una obra de arte.

—siempre que amanezca y me mires tú son buenos—dije antes de besarla, realmente la amaba de una forma que yo mismo no podía explicar y ese era el punto, no habían inventado una palabra para definir algo tan grande y perfecto como esto que me recorría el cuerpo con su cercanía.

La vi levantarse y adentrarse en el baño, sabía que iba a usar un vestido negro ajustado al cuerpo, de cuello alto, mangas largas y largo hasta un poco más abajo de la rodilla, no se veía mucho de su piel, pero la horma del vestido sí que le hace justicia a su hermoso cuerpo, así que busqué como loco unos zapatos que ella quería, no sabía mucho de zapatos, pero llevaba semanas escuchándola hablar de los "preciosos zapatos hot chick de louboutin".

los encontré y los ordené para que llegaran hoy justamente, saqué la caja de la parte de arriba del clóset, y la puse junto con el vestido y la nota que escribí la noche anterior y salí de la habitación.

Miraba distraídamente por la ventana de la sala cuando sus pasos resonaron en el inmenso salón, era una visión gloriosa, el vestido le hacía mucha justicia al cuerpo que parecía haber sido esculpido por los mismísimos dioses, los zapatos la hacían lucir estilizada, el cabello le caía lacio y largo por la espalda, los ojos profundos maquillados a la perfección y los labios rojos eran el toque ideal para hacer de ella una diosa completamente, ese día había algo diferente en ella y muchos tal vez no lo notaron pero yo sí, ahora ella también sabia cuanto valía, seguridad, creo que le dicen.

AL FINAL SOLO ERA ELLA -LIBRO 1 [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora