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NUNCA TE HABÍA VISTO TAN CALLADA

ADA

Los días corren y se convierten en semanas y las semanas en meses, sin darnos cuenta, es el jueves antes de la fiesta de cumpleaños de Christian.

Nía, Beth y yo corremos por el pasillo, estamos tarde, de nuevo. Logramos llegar a tiempo, entramos al salón y el maestro de lengua castellana nos dedica su mirada de desaprobación, le sonreímos y entramos al salón.

Cuando la clase comienza, hablo con Emma sobre la fiesta de Christian, estoy nerviosa.

Tú, ¿nerviosa?, ¡que novedad!

—mañana después de clase, iremos a buscar los vestidos—me anima Emma mientras me ofrece uno de los airpods —vas a verte fabulosa, no te preocupes.

Pasamos las clases entre música, charlas sobre la fiesta y nervios.

Salimos de la escuela por fin, Christian está en la entrada, nos da las tarjetas con la ubicación, es fuera de la ciudad.

—esto está lejísimos—dice Iris mientras ojea la tarjeta—¿cómo se supone que volvamos aquí?

—no tienen que volver—dice Christian alcanzándome con su mano—la fiesta es en una de las haciendas de mi padre, pueden dormir allí, tiene muchas habitaciones.

Caminamos hasta el auto de Christian y nos despedimos de Simón, Teo, Félix, Iris, Zoé, Beth, ellos siguen caminando hacia el otro lado de la ciudad, todos deben ir a buscar un libro para literatura.

subimos al auto y comenzamos a hablar.

—Christian, ¿tus padres invitaron mucha gente? —pregunta Emma mientras saca su teléfono de su bolsillo.

—la verdad no, unas cien.

¡como que cien!

—Dios mío, pero qué pasa con tu familia, es muchísima gente—dice Nía riéndose—¿conoces a todas esas personas?

—la verdad sí, hay personas de mi escuela, amigos de la familia, mi familia.

No soy buena con el manejo de la tensión, la última vez, no comí y casi me desmayo.

Sigo callada, todo el viaje, cuando llegamos a mi casa, Christian baja del auto conmigo.

—¿estás bien? —me pregunta Chris mientras me agarra de la cintura— nunca te había visto tan callada.

Estoy abrumada, cariño.

—estoy un poco nerviosa, es todo—bajo la cabeza—en dos días voy a conocer a todo tu círculo social.

—le vas a caer de maravilla a todos, no te preocupes.

Christian me trae hacia él y me abraza, besa mi cabello y después mis labios, el vuelve a el auto y yo entro a casa.

Almuerzo sola en la mesa, extraño a mi hermana, pero ella está en un lugar en el que pueden ayudarle con su problema de disciplina, termino de comer y subo a mi habitación, me recuesto en la cama y me duermo.

Me despierta una puerta que se cierra con fuerza, ahora estoy bajo las frazadas y traigo pijamas, tal vez mi madre llegó. Me pasaba seguido, dormir para mí era como perder la conciencia, volví a dormir luego de un rato.

El sonido lejano de la alarma perturba mi sueño, me siento en la cama y maldigo en voz baja.

Me levanto y entro en el baño, me ducho rápidamente, me pongo el uniforme y tomo las dos maletas que debo llevar a la escuela, al bajar, le recuerdo a mamá que pasaré la tarde con Emma, desayunamos y me voy a la escuela, camino por las calles con el frío de la mañana en mi cara, esto me hace sentir viva, Emma viene corriendo con Nía, me alcanzan y las saludo y seguimos caminando a la escuela.

Dormito mientras nos explican movimiento armónico simple, la música tampoco ayuda, ventino canta "me equivoqué" y comienzo a cerrar los ojos, el glorioso estruendo de la campana me saca de mi estado de sonambulismo, por fin se acabó el día, así que nos levantamos de la mesa, caminamos por los pasillos con el sol de la tarde, afuera hablamos con los chicos, ellos también tienen que conseguir sus trajes, así que eso harán toda la tarde.

Camino con las chicas por las calles de la ciudad, Todas vamos a la casa de Emma, hablamos de colores y peinados, los nervios me destrozan el estómago.

—¿de qué color quieren sus vestidos? — pregunta Zoé mientras busca su teléfono.

—blanco—digo inconscientemente.

—Ese color se te verá precioso.

Llegamos a casa de Emma, almorzamos pechuga de pollo y papas, todas nos cambiamos el uniforme, me pongo un enorme Jersey blanco, unos jeans claros y tenis blancos.

Subimos a la camioneta de Emma e intento relajarme, "New rules" de Dua lipa suena y ya me siento mejor, este se convierte en mi lugar feliz cuando todas cantamos la canción.

"Three: Don't be his friend
You know you're gonna wake up in his bed in the morning
And if you're under him, you ain't gettin' over him

I got new rules, I count 'em
I got new rules, I count 'em
I got new rules, I count 'em"

En muy poco tiempo llegamos al centro comercial, caminamos por todo el sitio, todas encuentran su vestido rápidamente, pero yo no encuentro el mío. Quiero que sea blanco, así que todas caminamos horas y horas, llegamos a una tienda y entonces lo veo, es el vestido perfecto, tiene un solo hombro cruzado por encima del busto, va hasta la rodilla y tiene una apertura en el muslo izquierdo, me lo mido, es justo mi talla, estoy realmente feliz, me encanta el vestido.

Vuelvo a mi casa y los nervios no me dejan dormir, amanece el sábado y me siento peor, no soy capaz de desayunar, Emma y las chicas vendrán a prepararse a las tres de la tarde, a las cinco debemos estar en la fiesta, así que tenemos dos horas.

Por lo menos esta vez tenemos el tiempo adecuado.

Terminamos de prepararnos, subimos al auto de Emma, traigo el cabello recogido en un moño apretado, pendientes dorados, unas sandalias doradas de correas y los labios de un rojo intenso.

Conducimos por la ciudad, los enormes edificios y las casas se convierten en árboles y haciendas lujosas, más o menos demoramos una media hora en salir de la ciudad y unos veinte minutos en llegar al lugar, es una casa enorme, moderna y muy cuidada, tiene un enorme jardín, que ahora está decorado de rojo y blanco.

Una mujer nos pregunta cuáles son nuestros nombres, nos sienta a Emma y a mí en la mesa central, y a los demás en una mesa cerca, estoy tan nerviosa que Emma lo nota.

—cálmate un poco—toma mi mano y me mira—estas preciosa y esta gente te va a alabar.

—es solo que, me abruma tener tanta atención.

Empieza a llegar la gente y hay mucha gente de nuestra edad, chicas rubias de perfectos cuerpos con ojos de colores vivos y chicos igual de guapos a Christian.

maldición, esto es hermosolandia.

La gente me mira y murmura cosas, me señalan sin descaro alguno intentando adivinar quién soy.

voy a desmayarme. Intento tomar un poco de agua y respirar profundamente, en una de las mesas de enfrente hay un chico, probablemente tiene nuestra edad o un par de años más, es apuesto pero no al nivel de Chris.

me mira de una forma fija que me pone aún más nerviosa, el lugar está casi lleno, de no ser por los tres asientos a mi lado, sé para quienes son, así que creo que veré a Christian muy pronto.

El chillido de un micrófono me saca de mis cavilaciones, logrando que se me forme un nudo en la garganta.

—damas y caballeros, recibamos a la familia dos Torres.

AL FINAL SOLO ERA ELLA -LIBRO 1 [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora