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¡ZORRA!

ADA

7/JULIO

Sigue corriendo, respira hondo, uno, dos, tres.

miro hacia atrás y ni siquiera veo su rostro, pero siento su voz enredada en mi cabello, tan cerca, susurra mi nombre acariciando con su lengua cada una de las letras que lo compone, me detengo, quiero seguir corriendo, pero algo no me deja, súbitamente su voz se escucha demasiado fuerte, siento como me toma del brazo y volteo mi cabeza, no lo había visto, pero su voz era clara, Liam, me lanza al suelo y comienzo a gritar, llamo a Christian pero no está, se cierne sobre mí y presiona mis muñecas contra el piso, se acerca a mi rostro y justo cuando creo que no hay salida, despierto de golpe con la voz de Christian en el fondo.

Tiene el torso desnudo y me sostiene de los hombros, me mira y yo solo puedo esconder mi cabeza en su pecho y llorar.

—fue un sueño, tranquila—acaricia mi cabello con delicadeza—estás conmigo y estás a salvo.

Me calmo y le cuento lo que soñé.

—te juro que jamás había visto tanto miedo en tus ojos—me besa la frente—¿te había pasado antes?

—no, nunca había soñado con él.

El mar de sus ojos me pide calma.

—son las dos de la mañana—Chris me envuelve en sus brazos—volvamos a dormir.

Como si fuera tan fácil.

Le hago caso, volvemos a la cama y me acomodo entre su pecho, su perfume es la única cosa sobre la faz de la tierra con la potestad de calmarme, el día que me fallé no sé qué será de mí.

cierro los ojos e intento dormir, pero vuelvo a esa noche, su boca en mi cuello, sus palabras y su mano en mi garganta, se me dispara el corazón y respiro pesado, miro a Christian, no está dormido y ya lo notó.

—¿qué pasa mi amor?

—si te soy realmente sincera—lo miro a los ojos—tengo mucho miedo, pero realmente no sé de dónde viene.

—no dejaré que te ponga un dedo encima, ¿lo sabes?

—sí.

Vuelvo a bajar la cabeza, cierro los ojos y me duermo poquito a poquito.

Calor, demasiado, los brazos de Christian me rodean y la luz se cuela por la ventana, lo miro y me causa paz, duerme con tanta calma, el cabello revuelto le cae a la frente y tiene los labios ligeramente separados, el teléfono suena debajo de la almohada, Christian se incorpora y contesta.

—aquí Christian—frunce el ceño—danos diez minutos.

—¿qué pasa? —lo miro de lado.

—deberíamos estar desayunando.

Me levanto y me meto al baño, tomo una ducha con agua muy fría por que el clima me está matando, me seco el cuerpo y me suelto el cabello, las hebras negras caen por mi espalda, me envuelvo la toalla en el torso y salgo.

Christian entra y busco algo para ponerme, encuentro un vestido blanco que tiene estampadas flores rosadas y hojas en un bonito color verde y tiene falda tipo pareo, tenis y unos lentes de sol en forma de corazón con los cristales rosados y el marco blanco, me llaman al teléfono y contesto mientras Christian sale.

—aquí Ada—Christian busca algo en la maleta y yo le doy la espalda.

—¿no te parece que el sombrero gris de ayer era demasiado grande? —la pregunta me deja congelada, es irrelevante, pero la voz de la persona que la formula, eso no, volteo a ver a Christian y se me salen las lágrimas, él me mira y camina hacia mí.

AL FINAL SOLO ERA ELLA -LIBRO 1 [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora