#14

166 14 0
                                    

AQUÍ VAMOS CON ESTO

ADA

Todos quedamos perplejos ante la visión del Axel aterrado que tenemos delante, le indicamos que entre, y nos llevamos un gran susto cuando pone un pie en el blanco piso de las sala y en él cae una gota de sangre, mientras él se sienta en el sillón que gracias a Dios es negro, Christian va a la cocina por un vaso de agua, mientras las chicas y yo intentamos sacarle palabra a Axel.

Chris vuelve de la cocina y le tiende el vaso con agua, se sienta a mi lado e invita a Axel a respirar profundo, llamamos un médico de los que usa Emmi que vienen hasta su casa y cuando por fin se calma, nos cuenta lo que sucedió.

—yo iba hacia mi casa, que está a unas cuantas calles de aquí, estábamos en casa de Adam, nos separamos todos en el cruce de unas dos calles abajo, cuando sentí que alguien me perseguía, intenté caminar más rápido,  pero no funcionó, así que me preparé para lo peor. fui interceptado por dos hombres, uno de ellos tenía una navaja,  el otro me pidió el teléfono y se lo entregué,  el problema llegó cuando me dijeron que les diera mi reloj,  el único regalo que conservo de mi abuela, me negué, pero entonces el del cuchillo me lo enterró en el costado, se vio el faro de algo y ellos se asustaron, así que aproveché para correr hasta aquí.

Que cosa más horrible.

Todos lo miramos y entonces pregunta si podemos llamar a Evan, todos señalan que debería ser desde mi teléfono ya que es más probable que conteste, asiento y le tiendo mi celular;  contestan y el solo pronuncia un "ven a casa de Emma".

Llega un preocupado Evan, con el cabello revuelto y los ojos aún  dormidos, nos saluda y entonces nota que algo no está bien, entra y busca a Axel con la mirada, lo encuentra tendido en el sofá, el médico llegará en cualquier momento, y con el una ambulancia, habla con Evan, que para ese momento decide llamar a la madre de Axel.

La mujer llega al tiempo con el médico y una ambulancia. Evan se va con él, no sin antes avisarle a la madre de Axel en que hospital va a estar.

Cerramos el pórtico y nos miramos por un segundo, todos lucimos muy cansados, decidimos ir a dormir, nos repartimos en colchones que las empleadas ya han inflado y tendido, Beth e Iris duermen en uno, Emma y Zoe en la cama y Christian y yo dormimos en el otro colchón.

Me estoy quedando dormida y Chris me alcanza con su brazo, yo me acurruco en su pecho y aspiro su delicioso perfume, el besa mi cabello y entonces pregunta.

—¿cómo pudiste sentirte menos, Bonita?.

sé a que se refiere y suspiro
profundo—se que es difícil de entender cariñito, pero el se llevó toda mi seguridad, me hizo sentir que me faltaba mucho para ser lo que alguien quería, no se como explicártelo—estoy segura de que nunca ha sentido que no es suficiente—pero básicamente mi existencia se balanceaba entre odiarme y tratar de ser lo que el quería, sencillamente, sentía que necesitaba correr más rápido, pero no lo lograba.

me abraza con fuerza mientras
susurra—Bonita, solo un tonto podría pedirte más, eres como si Dios le sonriera a la vida, eres como morir y volver a nacer, no se como explicarlo, pero mataría por verte sonreír el resto de mi vida.

Lo abrazo y cierro mis ojos que pesan por el sueño, afuera va a comenzar a llover, eso me pone nerviosa, pero no quiero que Chris lo note, así que hago un esfuerzo por dormirme.

Aquí vamos con esto.

Me despierto gritando y quedo sentada en el colchón inflable, sollozo abiertamente y Christian se sienta y me abraza, el no lo entiende pero le temo demasiado a las tormentas mientras duermo, logro tranquilizarme y por fin me dispongo a contarle la razón de mi llanto.

—cuando yo era una niña, fuimos de vacaciones a una hermosa isla, una de las noches llovía torrencialmente, estábamos cerca de algunas palmas y los truenos sonaban estruendosamente; yo estaba dormida en una cama aparte y mi hermana que era más chica dormía con mamá, algo sonó y la Palma del lado de la cabaña cayó justo a un lado de la cama,  llevándose parte de mi pierna con ella, recuerdo llorar, y gritar con el techo roto y las gotas cayendo sobre mí, lograron sacarme pero el dolor de mi pierna duró todas las vacaciones, nunca olvidaré mi angustia, y el miedo en los ojos de mamá.

Christian me arrulla lentamente y comienzo a dormirme, lo último que recuerdo, su inmaculado olor.

AL FINAL SOLO ERA ELLA -LIBRO 1 [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora