AL FINAL SOLO ERA ELLA -LIBRO 1 [✔]

#36

¿QUÉ PODRÍA SALIR MAL?

EVAN

19/JULIO

Camino a casa de Ada, la tarde se está haciendo noche y el sol se esconde dejándome bajo un cielo anaranjado intenso.

Ella a pasado todas las vacaciones con el niño bonito que tiene por novio, no la he visto salvo en las fotos que publica, esta noche habrá una fiesta en su casa así que voy a verla.

Probablemente el también estará allí, pero eso no me interesa, quiero deleitar mis ojos con el cuerpo de aquella hermosa mujer, el día del teatro se veía muy bien con esos vestidos reveladores, el recuerdo me acelera el pulso, había muy pocas cosas que me gustara ver tanto como a ella, pero ahora está en sus brazos y no en los míos.

Llego a su casa, en la puerta están mis amigos con Félix y Teo, no la veo en ninguna parte y a las chicas tampoco, hay varias personas que conozco, gente que salió de la escuela el año pasado y así; en el sitio priman las luces azules y rojas, las sillas están contra las paredes y hay un gran espacio para bailar.

Su risa llama mi atención y la veo bajando la escalera del brazo de ese imbécil, se ve espectacular, trae un rectángulo con brillantina a forma de top, una falda de cuero negra y brillante y botines de tacón cuadrado del mismo material de la falda, entre el top y la falda hay espacio suficiente para apreciar el abdomen marcado. Esta noche se ve mejor que nunca, llama la atención de muchos y se pasea por el sitio saludando sin soltar a su novio, incluso a sus amigos les cuesta no mirarle el perfecto trasero que se marca en la diminuta prenda, esta imagen de ella es tentadora, se ve segura de sí, como si pudiera comerse al mundo, camina con firmeza y sonriendo, el cabello le cae en ondas sobre la espalda y está perfectamente maquillada, me gusta, me gusta demasiado, no puedo quitarle la vista a sus piernas y me imagino acomodándome entre ellas.

Deja de pensar en eso.

Desvío la mirada cuando Adam y Axel me alcanzan.

—no puedo creer que rechazaras ese cuerpo sagrado, regalo divino del señor Dios todo poderoso—Adam también la mira con atención.

—no seas imbécil y deja de mirarla—espeto muy molesto.

—¿acaso alguno de los hombres en esta sala puede dejar de hacerlo? —Axel también la sigue con los ojos.

—dudo que al señor dos Torres le guste que miren a su novia como si fueran una indefensa presa y ustedes los más ágiles cazadores—la voz de Iris nos interrumpe el momento.

—nosotros no estábamos...

—ajá—lo corta—no hay ningún chico en la sala que no esté mirándola, ni siquiera yo puedo dejar de mirarla, es preciosa.

Y no se equivoca, se ve muy bien así vestida, admiro la calma del riquillo, si alguien mirara a mi novia como todos la estamos viendo a ella, incendiaría el lugar.

Se me va el aliento cuando el dulce olor de su perfume me golpea la nariz, está enfrente de mí, les da la mano a los chicos y me la tiende, no puedo creer que aún se me acerque, me he portado como todo un imbécil con ella.

—hola—me pierdo en el movimiento de sus labios, mismos que dijeron mi nombre con dulzura tantas veces.

—hola—digo aun mirando sus labios—te ves muy bien.

—gracias—toma la mano de su novio de vuelta y se va.

Me dolía y mucho, porque su voz ya no tenía aquel tono meloso de hace un año, ese que envolvía las palabras con dulzura, ahora simplemente era cortés, ya no le interesa en lo más mínimo hacerme saber que le importo, ahora le doy tan igual como ella me daba a mí, el karma me había destrozado de vuelta, ahora pienso que ella se sentía así todo el tiempo y me da rabia conmigo por haberle hecho tanto mal, no puedo imaginar las noches de insomnio tan crudas que paso en mi nombre, las amargas lágrimas que derramó por mí y el sinfín de vacíos que probablemente le cree, el sin sabor me destroza y miro hacia mis amigos que me llaman.