Capitulo 13

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-Ajá

-Si

-mmm

-Ok

Jin solo asentía distraídamente y miraba más de lo normal su reloj, incluso tuvo el impulso de bostezar, pero se detuvo a último momento, dándose cuenta que eso sería muy mal educado.

-¿Podrías al menos fingir que me prestas atención? - preguntó Jae Hwan, ya harto de la conversación unilateral de hace una hora.

-Eso hago.

-No mientas Jin, a ver repíteme lo último que te dije.

-Me refería a que eso hacía, fingir que te presto atención, en realidad no lo hago.

-Wow...

Jae Hwan se había quedado sin palabras y es que el Jin que conocía era muy dulce y educado, jamás se habría comportado así y al parecer Jin también lo noto porque al fin sus ojos se achicaron y demostraron empatía, un indicio de sonrisa apareció en sus labios y habló calmadamente.

-Mira Jae, lo siento ¿si? Se que no he sido el acompañante ideal esta noche, pero debes admitir que nosotros ya no tenemos mucho en común. No fue un buen momento para quedar, ya que tengo otro compromiso, pero te lo compensaré en otro momento,  como amigos - advirtió a último momento, no queriendo ilusionar al hombre que lo miraba con cariño.

-Entiendo ...

Ambos se levantaron y Jin no pudo negarse al abrazo que le estaba ofreciendo su ex, dejó algo de dinero para pagar su parte de la cuenta y cuando estaba por irse Jae Hwan lo tomó de la muñeca.

-Solo una última pregunta ¿estás saliendo con alguien?

Jin lo pensó y no quería negar a Namjoon, pero tampoco podía decir la verdad completa.

-Estoy conociendo a alguien, pero es reciente.

En realidad estaba cumpliendo un mes de salir con ese "alguien" formalmente como novios y lo tenía esperando solo en su departamento, y por las constantes vibraciones en su bolsillo, el menor ya debía estar aburrido e impaciente.

Terminó de despedirse rápidamente de Jae Hwan y emprendió camino a su auto, para ir directamente a su casa mientras cantaba feliz con el volumen alto.

El último mes debía admitir que había sido lo más inesperado en su vida, ese chiquillo arrogante que había conocido al inicio del curso había desaparecido para dar lugar a una versión que derramaba miel y besaba el suelo por donde él pisaba.

Namjoon le ayudaba a revisar exámenes e incluso a preparar sus clases, era atento y muy amable, siempre le preguntaba lo que quería hacer y no se negaba a nada que el mayor pidiera.

Los fines de semana se la pasaban encerrados en el pequeño departamento. Y aunque a veces se sentía ahogado, la mayoría del tiempo lo consideraba su lugar seguro, donde podía ser libre junto a su amor, no sabía quien cuidaba a quien pero si había aprendido que se complementaban a la perfección. Y la edad no era más que un número, después de todo Namjoon era bastante maduro y Jin algo infantil, lo que les daba un equilibrio perfecto.

Cuando al fin llegó a su edificio y subió el ascensor, todo su ánimo había cambiado por uno alegre. Hizo el amague de ingresar la clave para poder entrar al apartamento, pero antes de siquiera poner el primer número la puerta se abrió y un lindo castaño con el cabello desordenado lo tomó por la cintura y lo alzó en sus brazos.

-¡¡Nam!! - Chilló el mayor.

-¿por que demorabas tanto? Te extrañaba muchoooo - hablaba Namjoon mientras dejaba besitos en las mejillas y labios de su profesor.

Rápidamente el castaño llevó a Jin hasta el sofá donde se ubicó sobre él entre sus piernas y el pelinegro gustoso abrió su boca y sus piernas para él, disfrutando de cada toque en su piel, cada roce de su lengua con la suya. 

Con desespero comenzó a tocar a Namjoon por debajo de su camiseta y cuando llegó a sus costados, notó como el más joven hacía un gesto de dolor, así que sin permiso lo alejó un poco y subió su ropa, encontrando la piel canela de su amado adornada en diversos tonos de morados.

-Cariño ¿que sucedió? - preguntó alarmado Seokjin y pudo ver la resistencia en el rostro del menor, el temor en sus ojos que cerró fuertemente.

Jin sabía que Namjoon estaba luchando consigo mismo, podía ver como el chico quería desahogarse y contarle todo. Estaba seguro de eso. Por ese motivo lo dejo pasar un poco más.

-Tranquilo Namjoonie, esperare a que estés listo para contármelo cuando quieras.

Después de todo Jin sabía más o menos lo que podría estar pasando y aunque al ser su profesor debería intervenir, también sabía que no había nada que pudiera hacer porque en este mundo el dinero y el poder lo son todo. Probablemente el culpable de todo el dolor de Namjoon fuera su propio padre y no le quedaba nada más que esperar a que el castaño terminara la escuela y poder convertirse en un apoyo mucho más visible.

Con premura lo levantó del sofá y se besaron mientras avanzaban con torpeza hasta la habitación.

Y así su primer mes lo celebraron simplemente con el regalo de su compañía y un poco más ...

Enséñame lo prohibido [NAMJIN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora