Capitulo 9

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El pelinegro se sentía fuera de lugar. Hoseok había evitado estar muy meloso con su prometido y se había preocupado de hablar con Jin e incluso invitarlo a bailar, pero era imposible, el mayor estaba con su cabeza en la luna o en el niño dentro del cuerpo de un hombre por sobre el metro ochenta. 

Esta vez se encontraban en otro club nocturno, uno que había sido inaugurado recientemente y para el cual Yoongi recibió algunos pases vip gracias a su trabajo como productor que le permitía moverse bien en ese ambiente. 

-Iré por unos tragos ¿Está bien?

Hoseok decidió levantarse al recibir un simple asentimiento por parte del pelinegro.

Pero es que Jin no podía dejar de pensar en que se acercaba el cumpleaños de Namjoon la próxima semana y las cosas entre ellos eran tan extrañas. Le gustaría poder salir con el menor al cine, cenar juntos en un restaurant o simplemente caminar por la calle de la mano, pero eso era imposible. 

Además de eso estaba la actitud del menor, a veces era tan receptivo, risueño y hasta tierno pero otras, se cerraba completamente. Nunca le había dicho que hacia los jueves, ya que esos días jamás iba al departamento del mayor. Y cuando Jin quiso preguntarle, el castaño simplemente se enojó y le dijo que si no le gustaba como eran las cosas podían dejarlo hasta ahí. Lo que provocó que tampoco se vieran el viernes.

Seokjin sólo podía imaginar un escenario donde el menor se encontra ahora en el club del tío de Jimin, seduciendo alguna otra persona. Y el pensamiento hizo que las lágrimas picaran en sus ojos.

Fueron esos pensamientos que lo tenían tan retraído en su propio mundo que no se dió cuenta cuando alguien más se sentó a su lado y examinó su perfil por unos buenos dos minutos antes de llamar su atención, dándole un par de toquecitos en el hombro.

-¡¡Jinnie, sabía que eras tú!!

-¿Eh? ¿Que? - Jin sacudió la cabeza saliendo de su imaginación y se fijó en el rubio frente a él - ¿Ken?

-¿Quien si no? ¿acaso me olvidaste? No ha pasado tanto tiempo.

-Ha pasado más de un año, bastante más de los seis meses que dijiste - habló Jin con amargura.

-La verdad es que llegué hace un mes, pero tuve miedo de buscarte. Ahora me arrepiento, no sé cómo lo logras, pero estás aún más guapo.

Ken era un chico que Seokjin conoció en la universidad y con quién salió algunos meses. Tenían buena química y su relación se veía bastante prometedora hasta que Ken le informó que se iría por seis meses a Japón para  conseguir una certificación. Lamentablemente el tiempo se fue alargando y ellos no habían salido por tanto como para construir una relación sólida capaz de aguantar la distancia.

Hablaron por algún tiempo, aunque el más interesado en la conversación era el rubio. Jin simplemente tomaba de su vaso y asentía ocasionalmente o respondía con monosílabos. 

-¡Jae Hwan! ¡¿Que haces aquí?! - se acercó Hoseok eufórico sentándose en el medio de la ex pareja.

El pelirrojo estaba algo pasado de copas y no notó la mirada de reproche de su pareja cuando él empezó a hablar de más, intentando juntar de nuevo a su amigo con el recién llegado. Era la oportunidad para que Jin dejara de prestar atención al niñito de Kim Namjoon, porque Hoseok seguía insistiendo en que el menor era un niño rico caprichoso que terminaría haciendo perder todo a Seokjin.

En cambio Yoongi al ser más introvertido, era muy bueno observando y leyendo a las personas. Solo le bastó media hora para saber que Namjoon era mucho más profundo de lo que se dejaba ver y al final su prometido y el mismo Seokjin se llevarían una sorpresa. No sabía el qué, pero Namjoon algo escondía, algo que lo hacía ser desconfiado y usar una actitud indiferente y un poco arrogante como escudo.

-Podriamos salir los cuatro, ir al cine o a cenar ¿Qué dices Ken?

-Me encantaría, conozco este nuevo restaurant que estoy seguro le gustaría a Jinnie y a Yoongi también.

-No gracias, yo paso - Yoongi hizo un gesto con la mano para enfatizar que no le importaba mientras con la otra se llevaba un vaso de Whiskey a los labios, manteniendo una mirada aburrida.

-Pero cariño, hace mucho no vemos a Ken.

-Lo siento mi vida, sabes que no tengo tiempo, después de la boda me lo agradecerás - la sonrisa infantil en el rostro del mayor dejaba en evidencia su poca sinceridad. De verdad estaba trabajando más de lo normal para tener tiempo después de la boda pero siempre podía salir a cenar con su amigo y su pareja, si así lo quisiera. Solo no quería darle más problemas a Jin, sabía lo insistente que podía ser Jae Hwan.

-Está bien - Hoseok hizo un puchero que rápido cambió por una sonrisa al escuchar su canción favorita saliendo de los altavoces.

El pelirrojo arrastró a los tres chicos a la pista de baile dónde haciendo alarde de sus movimientos, bailó en el centro del pequeño grupo. Pero poco a poco fue dirigiendo la atención hacia su pareja dejando a Jin con Ken.

Ambos bailaban la canción algo lenta y sensual que comenzó a sonar después. El efecto del alcohol en el sistema de Seokjin estaba haciéndolo sentir más acalorado y desinhibido, por eso no dijo nada cuando Ken lo tomó por la cintura acercándolo más a él, tampoco se negó cuando lo sintió recorrer su cuello con la nariz o cuando sintió su tibio aliento en su oído. Solamente reaccionó cuando su ex, besó la comisura de sus labios, dispuesto a seguir más allá. Pero Jin no podía, aún un poco borracho, sólo podía pensar en otra persona, sin importarle que su relación no tuviera un nombre o que quizás él fuera solo un juego emocionante para el menor.

Después de rechazar a Ken, se sintió un poco mal por la cara desanimada de éste y terminó aceptando salir a tomar un café en la semana, pero solo como amigos.

Enséñame lo prohibido [NAMJIN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora