Capitulo 33

1.6K 215 10
                                    

Hace dos semanas habían terminado las clases, sin embargo Jin recién estaba saliendo de vacaciones ya que como profesor debía hacer trabajo administrativo antes de comenzar con su descanso.

Namjoon había terminado el año hace una semana y lo había llamado con la esperanza de visitarlo en Seúl y quedarse algunos días en su apartamento, pero Jin se negó, estaba cansado de sentirse celoso, de siempre estar extrañando el calor del cuerpo contrario en su cama, quería una relación madura, deseaba apoyo, llegar cansado en la noche y poder sentír unos brazos cálidos y no la soledad de una casa silenciosa.

Y a pesar de que Namjoon había comenzado el papeleo para volver a Seúl, Jin no quería eso, no quería separar al menor de la única familia que tenía y que había logrado encontrar hace tan poco. Tampoco deseaba que volviera a una ciudad que guardaba tantos recuerdos dolorosos para él.

[***]

Namjoon se encontraba sentado en la entrada de la casa de su tía, se supone que cuidando a sus primos pequeños, los hijos del hermano menor de su madre. Sin embargo, mientras los niños correteaban por el césped, él solo se mantenía ahí sentado cabizbajo jugando con una piedrecitas.

Escuchó el motor de un auto detenerse cerca de él, pero no levantó la mirada, el barrio era seguro y probablemente sólo era un vecino.

-Aiish ¿Acaso no vienes a ayudar a tu novio?

Esa voz.

Namjoon levantó rápidamente la cabeza y se encontró con su novio, vistiendo unos shorts amarillo pastel, camisa de lino blanca y unas gafas de sol, se veía espectacular.

-¿Vienes o no? - Volvió a preguntar Jin al ver que Namjoon se quedaba solo ahí observándolo con la boca abierta.

-Amor no me dijiste que vendrías, cielos, eres real - el menor corrió hasta Jin y lo abrazó fuertemente.

-¡Sorpresa! - Jin intento subir los brazos y alejarse un poco para mirar bien a Namjoon, pero este no lo soltó hasta que vio dos maletas grandes en la acera.

-¿Y eso?

-Supongo que a tu tía no le molestara recibirme unas semanas en lo que me entregan mi casa.

-¿Tu casa? - Namjoon se veía gracioso con cara de que no estaba entendiendo nada.

- O nuestra, es tu decisión.

-Espera, ¿es lo que estoy pensando? - Sacudió al mayor por lo hombros, apurándolo a responder - ¿Te vienes a vivir aquí?

Jin asintió con una sonrisa y Namjoon lo volvió a apretar entre sus brazos para después besarlo profundamente, no lo veía hace tiempo y había extrañado tanto la textura de sus labios.

-No podía hacerte renunciar a la tranquilidad que tienes viviendo aquí. En realidad lo pensé bien y nada me amarra a ese lugar, solo el empleo, pero ¿sabes que es lo bueno de ser profesor? Hay colegios en todo el país.

-Jinnie eres maravilloso, sigo sin creerlo, voy a poder dormir contigo cada día, vamos a cenar juntos, tu ropa y la mía se mezclarán juntas. Estoy desvariando, pero en serio, en serio te amo Seokjin.

-También te amo vida mía y recuerda también que soy algo complicado, te voy a regañar si eres desordenado y probablemente peleemos mucho.

-Pero nos vamos a reconciliar después.

Jin asintió

-Con mucho sexo.

Jin volvió a asentir.

Después de eso tuvieron que entrar en la casa porque hacía mucho calor, aparte dos niños de 6 y 8 años los miraban con asco por sus demostraciones de afecto en público.

En efecto la tía de Namjoon recibió a Jin con un abrazo y lo hizo sentarse en la mesa para llenarlo de comida y definitivamente eso hizo reafirmar la decisión del profesor, porque si esa señora seguía aliméntandolo así, podrían visitarla todos los fines de semana.

-Puedes vivir aquí muchacho, no se porque rentaste una casa - dijo la mujer amablemente a Seokjin.

-Mamá ellos necesitan "privacidad" ya sabes - Yeonjun, el hijo mayor de Hye Soo hizo comillas en el aire.

-Cierto hijo, ellos necesitan ordenar mucho su casa y mover los muebles - Guiñó un ojo hacia la pareja, quienes se sonrojaron hasta las orejas mientras los adolescentes reían inclinándose en sus sillas.


Tres semanas después fueron a recoger las llaves de la casa donde vivirían, era pequeña, de una sola planta con dos habitaciones y lo justo y necesario para vivir cómodamente.

-Seguro esto te decepciona - habló Jin tímidamente cuando abrieron la puerta y el castaño se quedaba mirando todo - Tu estás acostumbrado a casas grandes y lujosas.

-Estás loco, me encanta - Namjoon dio un saltito emocionado y corrió por el lugar hasta salir por la puerta de la cocina al patio trasero.

-Aqui puedo plantar flores y mira allí podemos hacer un huerto para que tengas verduras orgánicas para tus comidas y allí quedaría perfecta una mesa para que podamos desayunar fuera y ... - se detuvo cuando se dio cuenta que estaba hablando mucho y Seokjin solo lo miraba - Lo siento, es que me emocioné.

En dos pasos Jin ya estaba frente Nam apretujándole las mejillas - Dios, eres tan tierno cuando no te das cuenta, te amo cielo. Tenía miedo de que esto no fuera suficiente pero veo que si te gusta.

-Por supuesto que si tontito, contigo viviría donde sea, además no quiero que te hagas tú solito responsable de todo, recuerda que recibo dinero mensual de la empresa del señor Kim y lo tuyo es mío y al revés también - hace tiempo Namjoon había dejado de llamar padre a su progenitor.

-Si lo se bebe, ahora vamos a disfrutar de nuestra "privacidad"

Una sonrisa coqueta de parte de Seokjin fue suficiente para que Namjoon dejara de lado su ternura y sacara su parte salvaje cuando tomó a Jin en brazos y lo llevó hasta la habitación donde lo arrojó sobre el colchón en tanto comenzaba a sacarse la ropa rápidamente.

Definitivamente esa era una nueva etapa en sus vidas que disfrutarían mucho ...

Enséñame lo prohibido [NAMJIN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora