Capitulo 30

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Una y otra vez Namjoon miraba la hora en su teléfono sin notar que su nuevo amigo lo miraba con reproche.

Un mes había pasado desde que iniciaron las clases en la universidad y no podía decir que no era feliz, porque realmente lo era, había encontrado un buen amigo que estudiaba lo mismo que él, sus tíos y primos eran geniales, había conocido lo que era comer en familia entre gritos y risas y todo eso acompañado de sus citas semanales con su psicólogo le estaban ayudando a superar el pasado y creer en que él podía ser feliz, lo merecía.

Sin embargo en el fondo de su corazón existía la añoranza por su antigua ciudad, por Taehyung y Jungkook, por su profesor de literatura y su prometido, pero principalmente por Kim Seokjin, porque aunque hablaban todos los días por mensajes y se habían visto un fin de semana, nada se comparaba con ver su sonrisa cada día y poder besarlo.

Estaba tan perdido en sus pensamientos que se asustó cuando llegó un golpe en su frente y se encontró con la mirada acusadora de su amigo.

-¿Que demonios Jackson?

-Préstame atención, hombre. Te aseguro que la hora no ha cambiado desde que la miraste por última vez, hace treinta segundos.

-Me caes mal - fue la respuesta infantil de Namjoon que enfatizó sacando su lengua.

-No es así, me amas - y como si el castaño no apreciara lo suficiente su vida, tomó la cabeza del más alto para acercarlo a él y dar un sonoro beso en su frente a modo de broma.

Ninguno notó al chico alto y delgado que caminaba hacia ellos usando unos skinny jeans y una gran sudadera rosa que lo hacía pasar desapercibido como un estudiante más.

-¿Namjoon? -preguntó con el ojo izquierdo temblando, un indicio de que tenía hambre o estaba muy enojado.

-¡¡Amor!! - el menor no esperó para tomar a su novio por la cintura y levantarlo del suelo para hacerlo girar un par de veces en el aire.

Cuando lo bajó le dió un sonoro beso en la mejilla y comenzó a toquetearle el rostro, los hombros y el pecho, como si quisiera cerciorarse de que estaba completito ahí.

-Pensé que llegarías más tarde, se supone que a esta hora estas en clases.

-Si, pero hoy era día de planificación y terminamos temprano - habló a Namjoon aunque en todo momento su mirada estuvo sobre ese chico que no conocia y que tenia demasiadas confianzas con su novio.

En ese momento Namjoon notó que ni siquiera los habia presentado, asi que apoyando un brazo sobre el hombro de Jin, lo presentó como lo que era realmente, su lindo novio.

Y gracias a un chico de mejillas abultadas que llegó corriendo para tirarse sobre la espalda de Jackson, la incomodidad pasó a un segundo plano.

Ese era otro aspecto bueno en la nueva vida de Namjoon, uno de sus mejores amigos lo habia seguido hasta ahí e incluso su tía lo habia aceptado en su casa tambien, por lo tanto sus mañanas eran bastante ajetreadas entre las peleas por el baño con sus primos y tambien por la última tostada.

Despues de despedirse de Jackson, cuando Jin ya habia comprendido que en realidad el chico era bastante "encimoso" con cualquiera y que no queria robarle a su novio, los tres se dirigieron a la casa de la señora Lee que los esperaba con la mesa llena de comida.

Y poco después de comer, cuando Jin y Namjoon se encontraban recostados en el sofá viendo una película, Jimin apareció con su mochila colgando de un hombro informándoles que se iría por el fin de semana para darles privacidad, ya que compartía habitación con Namjoon.

La pareja se miró traviesamente y sin hacerse esperar emprendieron camino a la habitación a tan solo quince minutos de la ida de Jimin. Pero quien podría juzgarlos, su relación había sido un sube y baja y cuando al fin no tenían la presión de la edad o el conflicto de intereses profesor-alumno, aparecía la distancia.

Namjoon empujó a Seokjin hacia las escaleras donde lo apuro a subir y una vez dentro del cuarto, nada más fue cerrar la puerta para que el menor se girara y atacara los labios del pelinegro mientras lo tomaba por la cintura.

Por encima de la ropa, rozaron sus entrepiernas dejando salir un pequeño gemido de satisfacción al sentir un pequeño alivio a la zona tensa en sus pantalones.

Sin cuidado alguno el mayor cayó en la cama rebotando un poco en el colchón con Namjoon sobre él. Sus bocas se encontraron sin suavidad, abriéndose camino con sus lenguas, mientras sus manos inquietas exploraban bajo la ropa.

-Tienes que ser silencioso cariño - susurró Namjoon en el oído de su novio y este asintió con total seguridad.

Jin tomó el bajo de la camiseta de Namjoon y la alzó hasta sacarla, admirando los brazos y el abdomen de su novio que había empezado a hacer ejercicio. Con descaro mordió su labio inferior ante la vista de los músculos sutilmente marcados.

Después todo fue un desorden de brazos y piernas quitando apresurados sus prendas. Sus cuerpos vibrando por la anticipación de volver a hacer el amor después de dos semanas sin verse.

-Namjoon entra ya - siseó Seokjin cuando el menor comenzó a tentar su entrada con el pulgar.

-¿Desesperado bebé?

-Mucho - respondió Jin con la cara roja en una mezcla de vergüenza y excitación.

El mayor cumplió su palabra y fue silencioso, apenas unos quejidos en voz baja y algunos gemidos que escapaban ante el impacto de las embestidas de Namjoon tocando su punto dulce, sin embargo el castaño rápidamente cubría aquellos sonidos con sus labios.

Pero nada se podía hacer ante el sonido de la cama rebotando contra la pared y moviéndose en el suelo debido a la desesperación de su encuentro.

Y en tanto la pareja tenía su encuentro en la amplia habitación, Hye Soo cocinaba algo para que los jóvenes cenaran, extrañada por los ruidos provenientes del segundo piso.

-Ustedes deberían ser como su primo jovencitos, él está ordenando su habitación para que su novio duerma cómodo y ustedes no pueden ni bajar la tapa del baño.

Los hijos de la señora Lee no pudieron hacer nada más que reír, ambos adolescentes incapaces de contarle la verdad de lo que ocurría ahí arriba.

Enséñame lo prohibido [NAMJIN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora