Capitulo 15

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Seokjin veía a Hoseok tan ilusionado que no tuvo corazón para decirle que en verdad no era tan importante si los anillos eran de oro blanco u oro amarillo, lisos o con diamantes. 

Hobi y Yoongi no tenían que esconderse, si bien en el colegio el pelirrojo no hablaba de su vida personal ya que sabía que podría ser juzgado por los padres de familia, tampoco era algo que ocultaba con mucho afán, al menos él y Yoongi podían ir a cenar juntos a un Restaurant o pasear de la mano por el parque. Los padres de ambos estaban de acuerdo con su unión, aunque al padre del productor musical le costó un poco más asumirlo, pero era eso o perder a su hijo menor y si sucedía lo último no se lo perdonaría jamás.

Jin tuvo el impulso de decirle que valorara lo que tenía, que era afortunado de poder demostrar el amor hacia el hombre de su vida, pero se detuvo a último momento, porque Jin ni siquiera podía hablar de su novio con su mejor amigo.

La tristeza que lo invadió en ese momento se vió interrumpida por la vibración en su bolsillo delantero, alertándolo de un nuevo mensaje.

Y así como sus ojos estaban tristes y desanimados, brillaron al leer las palabras de su Namjoonie, informándole que estaba haciendo un trabajo escolar con Jimin y Taehyung y que no podía esperar a verlo nuevamente.

"Solo unos pocos meses más, Seokjin" se susurró a si mismo y siguió ayudando a su amigo con los planes de esa hermosa boda.

Así la tarde pasó más rápido de lo que imagino en un principio y cuando se bajó del auto de Hoseok, estaba sonriendo. Mientras alzaba una mano en señal de despedida a su amigo y con la otra sostenía un batido de chocolate, sus ojos fueron tapados desde atrás, justo en el momento que el vehículo negro se alejaba y sintió miedo por un par de segundos, solo hasta que en voz baja y profunda el hombre detrás de él le susurró - hola hermoso-

Jin se volteó tan rápido como pudo y envolvió fuertemente sus brazos en el cuello del más alto para después proceder a darle besitos en todo el rostro a su novio. El menor reía alegre por esa demostración de cariño y abrazados subieron hasta el departamento.

En el ascensor Jin bebía de su batido y Nam negaba con la cabeza, porque en otro momento solo hubiese imaginado que el mayor podría estar succionando otra cosita de esa forma tan placentera, pero en vez de eso solo podía pensar en lo adorable que era Jin con sus labios esponjosos y sus mejillas abultadas. El profesor era luz y esperanza en su vida de mierda.

Una vez dentro de su hogar se quitaron los zapatos en la entrada y procedieron a besarse con calma, los labios helados y dulces de Jin gracias al batido que había bebido recientemente volvían loco a Namjoon.

-Ven Seokjin, enséñame ...

-¡¿que?! Es viernes por la noche, el lunes en la escuela si quieres repasamos lo que sea

-Enséñame a amar Seokjin, no se como hacerlo, pero esto que siento aquí - Namjoon llevó la mano del contrario hacia su propio pecho, donde se encontraba su corazón - y aquí- ahora llevó su otro mano a su cabeza - me está volviendo loco, quiero verte reír todo el día, quiero visitarte en la sala de profesores y besarte sobre el escritorio hasta que no puedas respirar, no sé muy bien que es sentirse amado pero estos latidos acelerados y la forma en que me duermo y despierto pensando en ti, me hacen estar seguro de que te amo como no lo he hecho en mi vida, con nadie.

Seokjin pestañeó rápidamente para alejar las lágrimas que sentía acumularse en sus ojos, si bien ya había escuchado la palabra con "A" saliendo de los labios de su chico bonito, jamás le había hablado con tanto sentimiento y aunque en parte sintió nostalgia de solo pensar que Namjoon no sabía lo que era ser amado, también se sintió afortunado de poder ser el primero que despertaba ese sentimiento en el corazón de su alumno y también poder decirle que era recíproco, que lo amaba como no se imaginaba y daría lo que fuera por verlo feliz así que simplemente se lo dijo, tomándolo por las mejillas, con los pulgares ubicados en esos preciosos hoyuelos.

-Te amo también Namjoon, ni siquiera puedes hacerte una idea de cuanto. Cuando estoy contigo no veo años de diferencia, no me siento como el profesor y el alumno, simplemente somos tú y yo y anhelo el día en poder gritarle al mundo que eres mío, solo mío.

-Tuyo - respondió simplemente el menor y juntaron sus labios para dar término a las palabras que ya no fueron necesarias por esa noche.

Esa noche que para ellos era un inicio de algo hermoso, puro y real. Esa noche que de haber sabido que era la última la hubiesen disfrutado aún más.

[***]

La próxima vez que se vieron en la escuela, todo fue de forma normal, algunas veces se daban algunas miraditas, Namjoon desde su banco en el centro del salón y Seokjin parado en frente del pizarrón, viéndose tan hermoso como siempre.

Nadie sospechaba nada porque Seokjin seguía siendo el mismo de siempre, sin dar ninguna preferencia a algún alumno en particular y Namjoon seguía siendo el mismo chico indiferente que sacaba excelentes calificaciones  sin ser demasiado extrovertido durante las clases.

Cuando por fin terminó la jornada, quedaron de verse en una pequeña calle sin salida que nadie transitaba a esa hora. Se había convertido en su punto de encuentro cuando el estacionamiento de los profesores y personal administrativo era demasiado riesgo. 

Jin aminoró la velocidad del vehículo hasta detenerse al lado del castaño y se bajó rápidamente para colgarse del cuello del chico en uniforme escolar. Namjoon lo besó rápidamente envolviendo sus manos en la cintura del contrario y sin demorar más se subieron en el auto para ir a comer a un lugar alejado y poco concurrido.

Fue el sonido de sus besos y la atención que se ponían una al otro cada vez que se veían, haciendo desaparecer el mundo a su alrededor, lo que disimuló el sonido de la cámara del teléfono de la persona ubicada a unos metros de ellos.

Enséñame lo prohibido [NAMJIN] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora