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Me despierto aturdida, casi con el cuerpo entero de mi hermano Gus sobre mi. Memuevo como puedo, la verdad es que me da igual si se despierta o no, duerme como un tronco así que lo más probable es no se despierte, parece una marmota cuando duerme, y todavía más si ha bebido. Me levanto y me estiro en la cama, el dolor de cabeza es bastante importante, pero no hay nada que una infusión y una buena siesta arregle. Salgo a fuera, en bisca del baño, y solo están en pie Ryan y Tyler.

-Ryyyyy- alargo la "y", él me mira todo despeinado desde un asiento frente a la barra de la cocina --¡Feliz cumpleaños!- digo y él ríe. Me recibe en un abrazo y Tyler ríe -¿Soy a la única a la que le duele la cabeza?- pregunto.

-Nosotros ya nos hemos automedicado, ¿quieres una aspirina?- pregunta Tyler.

-No, gracias Ty- digo bostezando -¿El baño está libre?- pregunto.

-Sí, solo estamos despiertos los tres- avisa Ryan.

-Bien, iré a intentar arreglar el desastre que tengo por cara- avisa y ellos ríen por el comentario.

Me meto en el baño y lo primero que hago es lavarme la cara hasta retirar del todo, todo el maquillaje que tengo en la cara y la dejo libre y natural. Después de eso , agarro el cepillo de dientes que ayer mismo dejé en el baño. Me lavo los dientes y recojo mi pelo en un moño desarreglado, que, según mi parecer, me queda bastante bien. Me estiro la camiseta larga que uso a modo de pijama y salgo, ya, sintiendome mucho más limpia. Salgo del baño y me meto en la cocina. Hablo con los chicos mientras me preparo un té y ordeno a Ryan que me pele una manzana, ya que suelo cortarme mientras lo hago. Rememoro los acontecimientos de ayer mientras meto la bolsita d té en la taza con agua caliente, y una sonrisa aparece en mi boca. Me siento junto a ellos y desayuno la manzana y la infusión.

Aparece James en escena, felicita a Ryan creando un gran revuelo y mi hermano, también aparece, regañando a Jame por hacer ruido y haberlo despertado, y después felicita a uno de sus mejores amigos.

-Iris- me llama.

-¿Qué?- pregunto.

-¿Puedes venir un segundo? Necesito hablar una cosa contigo- me dice rascandose la nuca.

-Espera, me iré a cambiar, cuando salga hablamo- y dicho esto, me meto en la habitación.

Me quito la camiseta y la doblo a casi oscuras, después de eso me quito las brguitas (ya duermo sin sujetador), y después de eso me pongo un bikini, un short alto y un top de manga corta color coral. Salgo con las chanclas y cojo mis gafas. Salgo a la parte trasera de la casa, la qe da al lago, y me siento en uno de los bancos. A los pocos minutos noto como alguien se sienta a mi lado, es Ence.

-¿De qué quieres hablar?- le pregunto.

-No me gusta estar así contigo, pero es que no puedo soportar cuando imagino que algún tío pueda...- le corto.

-¿Y qué vas a hacer? ¿vas a estar toda la vida apartándome a hombres? ¿quieres que acabe sola y con siete gatos?- él esboza una sonrisita.

-No tonta...- me dice -Pero, entiéndeme un poco, te juro que lo voy a intentar Iris, te prometo que voy a ser más flexible en todo esto, y que el día que tengas novio me lo presentes, aunque le quira cortar los cojones le pondré buena cara- sonrío, y realmente estoy agradecida de esto.

-Gracias, Ence- el doy un abrazo que el recibe y noto como se destensa, ahora parece más aliviado.

-¿Entonces, me vas a contar quien te gusta y esas cosas?- me pregunta.

-No te pases- le pego en el hombro -Para eso ya están mis amigas- él ríe y le sonrío de vuelta.

-Bueno, por intentarlo- se encoje de hombros -Te vas a tener que llevar a Ryan y entretenerlo unas... ¿tres horas?- le pido.

-¿¡Tres horas!?- pregunta con sorpresa -¿Qué coño hago para tenerlo tres horas fuera de casa?- me pregunta -Además, se va a notar mucho si me lo llevo yo solo- me dice.

-Tranquilo, ya tengo todo eso pensado- le cuento -Le decimos que vamos todos a por alcohol al pueblo y que ya de paso vamos a comprar la cena, yo voy en el coche con Joyce, vosotros salís primero, nosotros nos hacemos los locos y a vosotros se os rompe la camioneta de Ryan y no se os va arreglar hasta que yo o Joyce os llamemos, ¿sí?- él asiente.

-A ver si no se da cuenta...- me dice.

-Qué va, entre que tiene resaca y es idiota, dudo mucho que se vaya a dar cuenta- mi hermano ríe tras lo dicho.

Comenos con tranquilidad y todo vuelve a la normalidad. Es curioso, por que no quería venir a este viaje porque estaba enfadada con medio mundo, y este mismo viaje que yo evitaba ha servido para arreglarme con mi hermano y con Joyce. Bueno, para arreglarme, y paraa otras cosas.

Tras comer me pego una siesta, y me despierta Ryan.

-Iris, vamos al pueblo a por comida, ¿te vienes?- pregunta.

-Sí- pego un largo bostezo y me levanto de la hamaca colgada entre dos arboles.

Me pongo unas deportivas y camino hacia la camioneta de Joyce. Ellos ya están cogiendo camino por el sendero de tierra hacia la carretera principal del pueblo, pero Joyce ni si quiera llega a subirse del todo. Yo me quedo apoyada, y él me baja del coche mientras sigo bostezando, qué sueño tengo.

-¿Estás cansada?- me prgeunta mientras entramos hacia el interior de la casa.

-No, solo que necesito un momento para despertarme- él sonríe.

-Se te nota que has dormido mal, esta noche deberías dormir conmigo- me dice, le miro elevando una ceja, y él me sonríe burlón.

-Vas muy rápido tú, ¿no?- le digo y se posa frente a mí.

-Sólo si me dejas- se encoje de hombros.

-No, no te dejo- digo mientras poco a poco se acerca a mí, noto el tacto de sus labios sobre los míos , de nuevo, y me siento como ancohe, pero mejor, ahora no me mareo gracias al alcohol ingerido.

-Si no me sueltas, no vamos a poder hacer el pastel...- murmura sobre mis labios. Me separo de él, pero ahora parece ser él quién no quiere soltarme.

-Eh, suéltame tú- le digo riendo.

-Ni lo sueñes- y dicho esto, vuelve a unir sus labios con los míos.

Seis hermanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora