-Conocí a tu hermano a principios del año pasado- camino bordeando el lago, con Tara a mi lado, quién lo diría -Yo acababa de llegar y decía que le recordaba a alguien a quién echaba mucho de menos y que quería mucho, él me separó de partirle la cara de un puñetazo a su mejor amigo por tocarme el culo- dice ella mientras ríe.
-Ryan...- murmuro mientras niego con la cabeza.
-Sí, definitivamente era él- me dice -Nos conocimos, nos gustamos...- se encoje de hombros -Ya sabes, pasó lo inevitable, empezamos a salir, y creéme cuando te digo que tu hermano me hizo ser mejor persona, pero de un día para otro, todo cambió- me dice.
-¿Por qué?- me aventuro a preguntar.
-Conocí a Stacy- dice -Yo únicamente me juntaba con tu hermano y sus amigos, no tenía amigas en Culver Creek, ella me introdujo en el mundo de la noche, fue ahí cuando conocí a Blake- me explica.
-Ella se había acostado con un amigo de él y hablaba maravillas de ese grupito- me cuenta -Al parecer, una noche bebí más de la cuenta, él también y nos acostamos- dice sin darle demasiada importancia -Ence no quiso saber nada más de mi, vale que lo que hice estuvo realmente mal, pero me hundió mucho, muchísimo- me cuenta.
Así que a eso se debía la rivalidad entre mi hermano y Blake.
-Nunca, en ningún momento he estado saliendo con Blake, ni se me ha pasado por la cabeza- niega ella -Pero al ver que tu tenías interés en él... no quería que otro Parker pasase por encima de mi- se encoje.
Sopeso toda la información. Ella es la exnovia de mi hermano. Mi hermano y Blake, de seguro ya se habían partido la cara más de una vez antes de que ayer pasase lo que pasó. Miro de refilón a Tara. Mi hermano vio en ella lo mismo que en mi. Ella iba a partirle la cara a Ryan por tocarle el culo, yo lo hice en más de una ocasión con otros chicos. Sí, tal vez Tara y yo nos parezcamos más de lo que ambas queremos admitir.
-¿Odias a mi hermano?- pregunto. Sopesa durante mucho rato la respuesta. Me esperaba un sí directo.
-Me rechazó y me menospreció como persona, aunque, realmente la culpa la tuve yo- me dice -Supongo que después de todo, tu hermano ha sido mi primer amor- dice ella, mirando hacia al lago, mientras se apoya en la barandilla.
-Aún le quieres- afirmo. Ella no dice nada. Miro de reojo y veo como sonríe.
-¿Sabes?- me dice ella -Blake no es mal tío- me dice -Ahora mismo te parecerá el mayor capullo sobre la faz de la tierra, en ocasiones puede llegar a ser un gran patán- ríe ella -Pero creo que le gustas de verdad- dice.
-¿Y por qué se supone que debo creer eso?- digo yo. Ellos dos se han costado, ¿quién me dice a mí, pese a su repentino ataque de sinceridad, que no hace esto para hundirme más?
-¿Y por qué no? Te he contado toda mi mierda y no pareces mala tía- me dice sincera -Deja que él te explique- me dice -Al menos solo eso- suelto un suspiro -Sé que a ti gusta- acierta, y de lleno.
Llego a casa y me encuentro con que Joyce y mi hermano están en el salón discutiendo.
-Hola- murmuro.
Ambos me miran pero ninguno de los dos dicen nada. Noto los ojos de Ence que perforan en mi como si fuesen dos metralletas, trago sonoramente y me dirijo a mi cuarto.
-Iris- oigo la voz de mi hermano, me meto en mi cuarto, me sigue -¿Cómo puedes ser tan cerda?- ¿perdón? Lo miro con los ojos desorbitados.
-¿Qué?- tartamudeo.
-No te bastaba con el imbécil de Blake, ¿también tenías que meterte en los pantalones de Joyce?- palidezco.
-Pero, ¿de qué mierda hablas?- digo con los brazos en jarras.
-Sabes perfectamente de que estoy hablando, ¿es que te has propuesto joderme la vida o qué?- grita a escasos centímetros de mí.
Cierro los ojos con fuerza y me asusto. Por primera vez, me asusto de mi hermano. Nunca me había gritado así, de esa manera.
-Ence, ya basta- oigo la voz de Gus. Mis piernas me tiemblan.
Abro los ojos y descubro que Gus está apartandome de mi hermano y acogiéndome. Apenas me muevo, estoy llorando, estoy asustada y estoy arrepentida.
-No, ya basta no, eso que ha hecho es de putas Gus- brama él.
-¿Quieres dejarlo ya? No voy a permitir que le hables así- dice Gus.
-Dejadlo ya, ambos- digo echa un mar de lágrimas y me voy a la planta baja.
Se me había olvidado completamente que Joyce estaba por aquí. Me acerco al fregadero y dejo escapar un sollozo olvidándome de que tengo compañía. Cubro mi cara con las manos y sigo llorando sin poder evitar callarme. Noto una mano en mi hombro, pero me niego a girarme. No puedo soportar esto más, la opresión que siento ahora mismo por las palabras venenosas que ha escupido mi hermano contra mi.
-Iris, ¿estás bien?- oigo la voz de Joyce. Niego, ni si quiera puedo hablar. Nunca me había sentido tan frágil y tan estúpida como me siento ahora mismo.
Me conduce hacia afuera, hacia el porche trasero de madera, con vista al bosque que tenemos a escasos pasos, y me sienta para intentar calmarme, pero no lo consigue.
-Tranquila, cálmate- mis ganas de llorar solo hacen que aumentar. Joyce no se merece esto. Le he tratado fatal y aún y así me sigue ayudando. Ence tiene razón, soy una mierda.
Mi pecho sube y baja con rapidez y siento que se me oprime poco a poco. Las ganas de respirar aumentan y el aire que se filtra a mis pulmones disminuye. Mi espalda va yaciendo poco a poco hacia el suelo. Abro los ojos y lo último que logro ver con nitidez es la cara de Joyce descompuesta. Luego, creo que me duermo.
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Seis hermanos
Teen FictionMi vida es un de la 'A' a la 'Z' continuo. Empezando y acabando con mi familia. Los Parker siempre hemos sido una familia un tanto... peculiar, sí, esa es justamente la palabra que busco. No sólo por el echo de que nuestros nombres siguen el orden d...