Capítulo 2.

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T/N Hargreeves.

Estaba leyendo en el salón, mientras los demás entrenaban duramente, bebí de mi taza de café aumeante. Esto era parte de mi aburrida rutina, aunque tenía permitido mirar los entrenamientos pero para mí era una manera de torturarme.

Quité la vista de mi libro, al sentir la presencia de alguien ahí. Alcé la vista y vi a la hermana de Vanya parada frente a mí.

¿Cómo era su nombre? ¿Alice? ¿Alina?

—Hola, mi nombre es Alisson —saludó.

Confía en ella, es buena y puedo asegurarlo.

—Hola —me puse de pie rápidamente —. Soy T/N.

Ella soltó una risita.

—Eso lo sé —dijo —. En realidad, sólo quería disculparme por lo de ayer, no debí insistir en el tema de que tenías habilidades.

Fingí una sonrisa y moví la mano indicándole que no había problema.

—Tranquila, mis hermanos actuaron igual la primera vez —mentí, ellos sabían la verdad desde el principio —. Tampoco podían creerlo, mucho menos yo.

—Viví algo similar con mis hermanos, pasó con la dulce Vanya —suspiró, eso captó mi atención —. Creíamos que era ordinaria, pero era más poderosa de lo que te puedes imaginar.

Parpadee de manera asombrada, ¿También habían ocultado a Vanya? ¿Acaso ella podía ayudarme? Esas eran preguntas a las que no le tenía respuestas.

—Vaya, eso realmente es sorprendente —dije —. Sin embargo, no es mi caso. Soy normal, Alisson.

Tomé el libro y la taza con la intención de irme, pero ella tomó mi brazo y me detuvo.

—Si necesitas mi ayuda, puedes decirme —dijo sinsera —. Ahora somos hermanas.

Sonreí, realmente estaba agradecida con eso. Pero las advertencias eran claras, las cosas se tenían que mantener en secreto.

—Gracias, aprecio eso —respondí.

Me alejé de ella, porque temía que pudiera soltarle toda la verdad y no quería eso.

El mundo y yo estamos a salvo, solo si yo me quedo aquí.

Repetí esas palabras en mi mente, solía hacerlo cada que una idea loca rondaban por mis pensamientos. Era necesario recordarlo, así me frenaría y evitaría hacer cualquier estupidez.

Caminé para dirigirme a mi habitación, el libro cayó al suelo junto a los pies de alguien. Trague saliva al ver que se trataba de aquel chico que había llamado mi atención.

Cinco.

—Oh, hola —sonreí.

Él no respondió, sólo levantó el libro y lo extendió hacia mí.

—¿Novelas románticas? Debe ser una broma —dijo, al ver la portada del libro.

—Me encantan las novelas románticas, son encantadoras —expliqué.

—Y también son ridículamente cursis —concretó.

Mordí mi labio, podría que tuviera razón pero eso era lo que me gustaba.

—No tienen nada de malo, ¿O es que tú no sabes nada de cosas románticas y cursis? —me burle.

Él me brindó una sonrisa llena de ironía.

—Exacto, no sé nada de eso porque no me interesa —chasqueo —. Es solo basura infantil.

Abrí mi boca indignada, las cosas románticas no eran basura infantil. Al parecer Cinco no sabía absolutamente nada de lo maravilloso que era sentir el amor, prácticamente yo tampoco sabía pero si quería sentirlo.

Secretos (Cinco y T/N)  ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora