Epílogo.

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T/N Hargreeves.

Había pasado ya tres meses desde que decidí venir a la línea temporal de Cinco y sin duda alguna, fue la mejor decisión. Al principio fue raro no tener un Pogo, una mamá o un papá aquí, pero los Umbrella se encargaron de contarme toda su historia.

Alisson había estado unos pocos días con nosotros y después fue a ver a su hija, los demás se quedaron y así decidieron volver a vivir en la academia para que no estuviéramos solos Cinco y yo. Después de lo ocurrido, Vanya y yo hablamos y resolvimos nuestros pequeños conflictos, se disculpó por haberme mentido en un principio y yo me disculpe por casi matarla.

Ambas volvimos a ser las mejores amigas como antes y después de contarme la historia de su vida, supe que tanto ella como yo merecíamos una vida llena de paz y tranquilidad. Ella merecía una segunda oportunidad porque la primera se le fue arrebatada a causa del miedo y por culpa de papá. Cinco me ayudó a entrenar para controlar mejor mi poder y fue quien estuvo para mí cada noche cada que vez despertaba llorando por culpa de las pesadillas de los acontecimientos finales.

Aunque no recordaba cómo había matado a papá, había visto su cuerpo y con saber que la causa de su muerte fui yo, bastaba para que las pesadillas me atormentaran sin falta cada noche. Aunque solo fue el primer mes que la pase así, después de ese tiempo y con ayuda de Cinco y sus hermanos, las pesadillas desaparecieron.

Cuando salí con los Umbrella por primera vez, me maravillé al conocer la ciudad, me sentía feliz al realizar cosas tan normales como ir al supermercado o simplemente ir de paseo. Recuerdo que Alisson me hizo ir de compras, fue tan raro verme en el espejo mi reflejo con algún vestido o una ropa normal, cualquier cosa que no fuera el uniforme de la academia, ya me había acostumbrado.

Pero lo mejor fue ver a Cinco con otra cosa que no fuera el uniforme, al principio Klaus era quien quería ayudarlo a escoger su ropa, pero Cinco se negó al saber que su hermano elegiría algo llamativo para su gusto. Así que Cinco busco su propio estilo sin perder su toque formal y no me apenaba decir que le veía muy bien.

—¿A dónde quieres ir hoy? —pregunta Cinco, mientras toma una taza de café.

—No lo sé, quiero ir a tantos lugares que no tengo una opción fija —respondo, con un suspiro.

En ese momento Klaus entra a la cocina con una gran sonrisa, mientras toma lugar al lado mío y se sirve café.

—Así que la parejita ya está pensando en su próxima cita, eso es estupendo —exclama.

—Lo es, así que largo de aquí —lo echa Cinco.

—Hermanito, déjame pasar tiempo de calidad con mi cuñada favorita —suspira Klaus.

—Soy tu única cuñada —le recuerdo.

Él me sonríe.

—Eso no quita el hecho de que sigas siendo mi favorita.

Su comentario me hace sonreír y bebo tranquilamente mi taza de café, antes no era tan adicta a esa bebida pero la influencia de Cinco basto para que se volviera de mis bebidas favoritas.

Diego entra a la cocina y Cinco rueda los ojos, su hermano ignora su gesto y me saluda. Recuerdo cuando en uno de mis entrenamientos, Diego conoció a la criatura dentro de mi interior, aunque sabíamos que le tenía miedo, fingió bastante bien el sentirse relajado con la criatura a su alrededor, aunque su tranquilidad no duró mucho cuando vio como se evaporó en una nube de humo negra y se le plantó cara a cara.

Lo recuerdo bien.

T/N, libera a la criatura, necesita familiarizarse con los chicos —ordenó Cinco.

Secretos (Cinco y T/N)  ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora