Secretos (Cinco y T/N) ✅

Extra I: Infancia de T/N.

Desde pequeña y cuando comenzó a tener uso de razón, T/N Hargreeves supo que era especial y no por el sentido de que todo ser humano lo es. Literalmente, ella lo era, siendo una chica con habilidades.

Sabía que en ella habitaban dones que la hacían sobresalir entre todas las personas, dones que para algunos eran la cosa más asombrosa, para otros eran lo más escalofriante y peligroso.

Pero para T/N algunas veces sus dones resultaban ser una completa desgracia, ya que no se le permitía tener las mismas rutinas o actividades que sus demás hermanos. Mientras que sus seis hermanos podían entrenar sus poderes, salir a misiones y ser vistos como héroes, ella tenía que actuar como una persona ordinaria, sin entrenamientos y sin poder pisar el exterior de la academia.

Sabía que existía algo poderoso en ella, algo que podía desencadenar muchos sucesos catastróficos sino lograba controlarse. Pero ella deseaba tener una oportunidad, demostrar que era igual de útil que los demás.

«Un peligro» así la veía su padre y por ello, se había encargado de recalcarle cuál debía ser su lugar en la academia y todo lo que tenía prohibido. T/N lo tenía tan grabado, que ya se había acostumbrado a su triste papel de hija sin importancia y sin voz ni voto.

Tristemente observaba los entrenamientos de sus hermanos, a través de los periódicos o televisiones, se informaba de lo que sus grandiosos hermanos hacían. Algunas veces, se encontraba imaginando a ella misma siendo parte de esas misiones, ayudando a sus hermanos a acabar con los malos y ser alabados por los ciudadanos.

Cuando su padre y hermanos salían de la academia, ella pasaba tiempo con Pogo o Grace, pero algunas veces solía resguardarse en lo que ella llamaba su zona segura. Ahí nadie le daba órdenes, no tenía que fingir ni contenerse y podía hacer uso de su poder.

«Zona segura» un ático viejo en donde se guardaban cosas inservibles y muebles viejos, en el suelo yacía T/N, sentada frente a un espejo mientras observaba su reflejo. Reflejo que podría hacer gritar de terror a cualquiera, ya que se le veía una piel pálida, ojos negros con ojeras muy notorias, algunas venas oscuras y sonrisa malévola.

La primera vez que T/N presenció su reflejo de esa manera, no pudo evitar soltar un grito, con el paso del tiempo se dio cuenta que era ella en su faceta más cruel. Descubrió que una criatura vivía dentro de ella, dispuesta a obedecer sus órdenes y a protegerla sin dudar.

—Hoy es viernes.

Dijo aquella criatura.

T/N le tenía aprecio a esa criatura, algunos la verían mal si supieran que la chica la consideraba parte de su familia, como si fuera alguna hermana. Cuando la criatura no estaba bajo el control de T/N, podía tener pensamientos y voz propia, pero jamás podría hacer lo que se le viniera en gana si T/N no se lo ordenaba.

—Día de entrenamiento —concluyó T/N —. Ya lo sé, ocho.

Nadie de su familia, a excepción de Ben, sabían que T/N le había puesto un nombre a lo que vivía en su interior. Como se había dicho, T/N la consideraba parte de la familia y algunas veces la llamaba Ocho.

«Una integrante más de la academia Sparrow» pensaba T/N.

Los viernes mientras todos dormían, Reginald y su hija entrenaban su habilidad, mientras T/N aprendía a controlarse, Reginald estudiaba y analizaba el potencial y el límite que tenía su poder.

Él sabía los límites de sus demás hijos, pero aún era un enigma la habilidad de su hija y sentía que no había ni descubierto la mitad de lo que hacía. Ya que había descubierto que el poder de T/N desencadenaba otras habilidades.