Capítulo 13.

5.9K 497 606
                                    

T/N Hargreeves.

Después de salir de la cafetería, Cinco y yo subimos al auto y nos pusimos en marcha a la academia, en todo el camino nos mantuvimos en silencio y aproveché para pensar en las palabras exactas que usaría con el chico a mi lado.

¿Y si me rechazaba? Lo aceptaría y seguiría adelante. De eso no había duda alguna.

Pero muy dentro de mí, deseaba que al menos existiera la mínima posibilidad de que él sintiera lo mismo o que al menos sintiera una pizca de algo.

Lástima es lo que siente ese chico por nosotras.

La voz en mi cabeza no estaba siendo de gran ayuda contra mis nervios y todo empeoró cuando Cinco estacionó el auto a unos pasos cerca de nuestro hogar.

—¿Quieres hablar aquí? —preguntó mirándome fijamente.

Negué nerviosa, me negaba a mirarlo porque comenzaba a sentir miedo.

—No, busquemos otro lugar con más aire fresco —fue lo que dije.

Cinco bajó del auto y yo hice lo mismo, él tomó mi mano y algo dentro de mi estómago comenzó a revolotear.

—Tengo un lugar —dijo.

Antes de que yo pudiera preguntar, él nos teletransportó al techo de la academia, por un momento tuve miedo y me obligué a sentarme para no mirar al vacío. ¿Este era su mejor opción de lugar? Solo rogaba porque nadie se diera cuenta.

Miré hacia el cielo estrellado, observé la luna que se encontraba brillando en todo su esplendor, se veía tan hermosa e inalcanzable.

—Había pasado tanto tiempo encerrada en la academia, que desde hace mucho no observaba lo hermosa que era la luna —murmuré embelesada.

Cinco se sentó a un lado de mí y miró la luna también.

—Mi hermano Luther vivía ahí —comenzó a decir —. Dijo que vivió por cuatro años en ese lugar.

Lo miré sorprendida, quería ver si en su rostro había un atisbo de mentira, pero él decía la verdad.

—Impresionante —respondí.

Cinco suspiró.

—Bien, suelta todo lo que tengas que decir.

Trague saliva y miré mis manos, estaba nerviosa nuevamente.

—De acuerdo, desde su llegada a la academia, debo confesar que ya habías llamado mi atención —comencé a confesar —. Pensaba que podríamos volvernos amigos, pero tú te encargabas de eliminar cualquier posibilidad con tu actitud irritante y tus groserías. Aún así, no me quería rendir, pero después comencé a sentir una pequeña atracción hacia ti, se fue desarrollando más cuando supiste lo de mi secreto y después mostrabas preocupación al verme mal.

Tomé una respiración tranquilizadora y seguí.

—Lo que pasó en el armario, solo fue un pequeño detonante para que desarrollara más mi atracción hacia ti, aunque me negaba aceptar lo que sentía, sé que no serviría de nada —sin más rodeos, lo miré —. Cinco, lo que trato de decir es que creo que me gustas.

Él me miró con un poco de sorpresa, su boca se abrió pero no salieron palabras, después desvió la mirada.

—T/N...

—Está bien, no tienes que decir nada o corresponder mis sentimientos, solo que no quería ocultarlo —sonreí tristemente —. Igual si me rechazas no importa, ustedes se irán y yo podré superarlo, estaré bien con eso.

Secretos (Cinco y T/N)  ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora