Secretos (Cinco y T/N) ✅

Capítulo 12.

Cinco Hargreeves.

En los siguientes días, T/N actuaba más raro de lo normal y ya no me sorprendía, su actitud siempre cambiaba pero al menos podía decir que no volvió a parecer un zombie andante. Aunque sus nervios eran más notables que antes, por lo menos estaba siendo la T/N que habíamos conocido.

Ahora se la pasaba más pegada a Vanya, ocasionando que Diego siguiera insistiendo en que ella sentía algo por nuestra hermana. Comenzaba a sospechar que por un lado podría ser cierto, pero algo en mí me decía que ella no sentía más que amistad por Vanya.

—Solo es cuestión de que ella decida confesarle su amor —dijo Diego —. Ahí es donde Vanya hará lo suyo.

—¿Te refieres a que ella la utilizará? —pregunté irónico.

—Exacto.

—Parece que no conoces a Vanya, sabes que ella va a negarse rotundamente —suspiré —. Esa chica es especial para ella, supongo que hasta ya la hizo olvidarse de la granjera que dejó en el pasado.

Vanya se le veía más feliz y con un aire distinto gracias a T/N, la tristeza que había desarrollado después de abandonar a la granjera había sido remplazada por una felicidad que sólo T/N la causaba.

—Solo necesitas convencerla —dictó Diego.

Negué rápidamente.

—Paso, ella no aceptará y punto.

Diego se cruzó de brazos y alzó una ceja.

—No estás siendo el Cinco que conozco —dijo —. ¿Acaso aquella chica te hizo algo?

Me reí sarcasticamente.

—¿Hacerme algo a mí? Que risa, jamás podría hacerme cambiar —afirmé.

Diego me analizó por unos segundos.

—Es verdad, seguirás siendo el mismo tipo irritante de siempre.

Salió de mi habitación, rodé los ojos ante su comentario absurdo. Me fui en busca de los demás, debía pedirles que esta noche ellos tendrían que asegurarse de que los Sparrow no se dieran cuenta que saldría de aquí.

Me iría en busca de algún tipo de ayuda en las afueras de la ciudad, mi intuición me decía que alguien de la comisión podría estar aquí cumpliendo alguna misión. Aprovecharía para buscarlo y tomar su maletín para volver a nuestro verdadero hogar, a pesar de nos habíamos adaptado, nosotros sabíamos que jamás íbamos a pertenecer aquí.

La puerta de una habitación se abrió de golpe y de ella salió Jack con una cara furiosa. Su mirada se encontró con la mía y sus manos se volvieron puño.

—Te advertí que te mantuvieras lejos de mi hermana —me recordó, mientras me miraba enojado.

—Me mantengo alejado —respondí.

—Esta mañana no parecías estarlo, sabía que era mala idea dejarlos solos —murmuró lo último —. Pero ahora más que nunca mi hermana estará más que vigilada.

—Bien por ti —fue lo único que dije.

Él se alejó, dejándome solo en el pasillo.

—No le hagas caso —oí la voz de Ben acercándose.

—¿Qué?

—Jack ha estado actuando más irritante lo habitual, él siempre ha sido malhumorado pero desde la llegada de ustedes su actitud cambió —comenzó a decir.

Genial, ahora resulta que era nuestra culpa.

—Buscaremos la forma de irnos, detesto tener que soportar al idiota que tienes por hermano —bufé.