Capítulo 18.

5.4K 429 231
                                    

T/N Hargreeves.

Papá llega dos días después de lo ocurrido, Pogo lo pone al tanto de lo sucedido y manda a llamar a mis hermanos. Tardan una hora hablando, para cuando salen de la oficina de papá, raramente solo queda Jack.

—Número siete, entra —ordena, entro a la oficina y cierro la puerta detrás de mí —. Tus hermanos ya me han informado de lo sucedido y también número tres me contó sobre el ataque que recibió por parte tuya.

Miro disimuladamente a Jack, quien oculta una sonrisa.

Quiero golpearlo.

—Lo siento, papá —me disculpo —. No volverá ocurrir.

—¿Has estado tomando tus medicamentos? —pregunta.

Lo que tanto temía que preguntara, claramente no me he medicado desde que recibí mi castigo.

—No, papá —respondo.

Papá niega.

—Vuelve a retomar tus pastillas, no podemos arriesgarnos a que suceda lo que le hiciste a tu hermano, los demás podrían enterarse —ordena y yo asiento resignada.

No me agrada la idea de volver a retomar las pastillas, pero ya encontraré la manera de hacerle creer a papá que si las estoy tomando.

—Sabes que es por tu bien, hermanita. Me preocupo por ti —dice Jack, con una preocupación claramente falsa.

—Es todo, pueden irse —dicta papá.

Ambos salimos de la oficina de papá, mi enojo incrementa cuando Jack sonríe de manera egocéntrica.

—Suerte con tu medicamento —se burla, doy un paso cerca de él —. Yo que tú lo pensaría dos veces antes de atacar, no querrás ganarte un castigo.

Me quedo estática ante sus palabras, él nota que ha dado en mi punto débil y se echa a reír. Se va dejándome echa un manojo de la rabia, me voy a mi habitación y doy un portazo al cerrar la puerta, doy un pequeño brinco cuando noto un cuerpo tumbado en la cama. 

—Cinco, me asustaste —le digo, mientras pongo una mano en mi pecho.

—Estuve esperándote aquí por una hora, ¿Dónde estabas? —pregunta mientras se pone de pie.

—Estaba en la oficina de papá, al parecer Jack le contó sobre el pequeño escarmiento que decidí darle en su habitación y me ordenó volver a tomar el medicamento —hago una mueca de disgusto.

Me acerco al mueble en donde tengo mis pastillas, tomo el frasco y me les quedo viendo con cierto asco.

—Maldito idiota, seguramente estaba buscando la manera de que volvieras a consumirlas —gruñe Cinco.

—Y lo consiguió —suspiro —. Odio esto.

—¿No hay manera de que no las tomes? —pregunta y yo niego.

—No, papá lo notaría, mi aspecto suele verse demasiado demacrado bajo el efecto del medicamento —le explico —. Es muy fácil darse cuenta cuando no soy yo.

—Lo sé, he sido testigo —confirma.

—No entiendo el punto de hacerme tomar esto —observo el frasco de pastillas en mi mano —. De todos modos dejará de hacer lo suyo en algún momento.

Cinco me mira curioso.

—¿A qué te refieres? —pregunta.

—Siempre alteran mi medicamento, nunca tomo el mismo por mucho tiempo, papá siempre debe buscar una nueva medicación porque el efecto de las pastillas deja de hacer su trabajo en menos de un año —le explico, recordando todas las veces que cambié de medicamento —. Él quiere mantener mi poder controlado o apagado, pero es imposible, cada día se hace más fuerte y puede contra cualquier medicina que tome.

Secretos (Cinco y T/N)  ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora