Secretos (Cinco y T/N) ✅

Capítulo 15.

T/N Hargreeves.

Después de que pasaran unos minutos en la biblioteca junto con Ben, él se encargó de dejarme en claro que golpearía a nuestro hermano, obviamente le pedí que no hiciera nada porque sabía que primero debía hablar con los Umbrella y aun no estaba lista para eso.

Ben tuvo que prometerme a regañadientes que no le haría nada por ahora, pero que él no podría disimular su coraje hacia Jack, lo cual no parecería sospechoso ya que nuestros demás hermanos ya habían notado que ellos dos comenzaron a distanciarse.

Al parecer Ben, ya había notado las raras y malas actitudes, lo cual fueron causantes de que ellos dos discutieran todo el tiempo. Yo estuve tan absorta en mis cosas, que no lo había notado para nada.

—Su temperamento a empeorado —dijo Ben —. Ya casi no quiere entrenar con nosotros, está comenzando a comportarse de una manera irritante.

Definitivamente ya no era el Jack que conocíamos, ¿Por qué? ¿Cuál era la razón de su verdadero comportamiento? Eso íbamos a descubrirlo, pero por ahora tendríamos que quedarnos con la duda.

—Deberíamos volver, los demás comenzarán a preguntar por nosotros —dijo Ben, poniéndose de pie.

Yo asentí y juntos salimos de la biblioteca, nos encontramos a Vanya junto con Alisson y pude ver alivio en sus ojos cuando me miró.

—T/N, estuve buscándote —me dijo, envolviéndome en un abrazo.

—Estuve con Ben en la biblioteca. ¿Cómo está Klaus? —pregunté.

—Él ya despertó —respondió Alisson —. Nuestros hermanos están con él ahora mismo.

Pude sentir el alivio, pero a la vez los nervios de pensar que Klaus dijera lo que realmente pasó y que su caída no fue un accidente.

—¿Puedo verlo? —debía hablar con Klaus.

—Por supuesto —asiente Vanya.

Comenzamos a caminar y Ben nos sigue por detrás, al llegar a la enfermería, veo a Klaus quien habla sonrientemente con sus hermanos, al verme su sonrisa se ensancha más.

—Oh, pequeña —me saluda, haciendo que todas las miradas caigan en mí.

—Hola —saludo un tanto nerviosa.

Puedo sentir la mirada fija de Cinco en mí, pero la evito a toda costa porque me pone nerviosa y una parte de mí sabe que él quiere hablar conmigo. Puedo asegurar que Cinco sabe que lo que sucedió no fue un accidente, sino que hay algo sucio detrás.

—Siempre me visitas cuando estoy mal, eres tan dulce —dice.

Mi estómago se revuelve al recordar que Klaus siempre sale lastimado por una razón y esa soy yo.

—Me preocupo por ti, es todo —tomo su mano.

Diego me mira de manera analizante al igual que su hermano Luther, cosa que me parece raro ya que ellos jamás me habían mirado con tanta atención como ahora.

—Dejémoslos solos un momento —habla Cinco y mentalmente le doy gracias.

Todos salen de enfermería y yo acerco un banco para estar sentada cerca de Klaus, sigo tomando su mano y por un momento desvío la mirada porque se me hace tan difícil verlo sabiendo que por mi culpa está aquí.

—T/N, ¿Por qué no me miras? —pregunta él.

—Klaus, yo lo lamento tanto, soy la razón...

—No es tu culpa —me interrumpe.

Lo miro con los ojos cristalizados por las lágrimas que retengo, Klaus me observa con una sonrisa de comprensión.