Secretos (Cinco y T/N) ✅

Capítulo 3.

Cinco Hargreeves.

A la mañana siguiente todos bajamos a desayunar a la hora habitual, mi sorpresa fue grande al notar que Klaus era el único que no estaba ahí cuando todos estaban en la mesa. Mamá le informó a papá que al parecer estaba indispuesto y raramente, él asintió entendiendo todo.

El entrenamiento fue cancelado, ya que papá tenía que ir de viaje y Pogo se quedaría a cargo. Por hoy, tendríamos el día libre, pero mañana seguiríamos igual con nuestra misma rutina. Después del desayuno, fuimos a ver a Klaus para verificar que estuviera bien.

—Me duele tanto la cabeza —se quejó él, mientras estaba acostado en la cama.

—Maldito, Klaus. Seguramente bebiste algún licor de papá y ahora tienes resaca —gruñó Diego.

Eso tenía sentido, no me sorprendería de él si así fuera. Solo esperaba que no arruinara las cosas aquí o iba a matarlo y acabaría con su miserable vida.

—Yo... Auch —Klaus tomó su cabeza —. No recuerdo bien que sucedió, sólo sé que bajé por un vaso de agua y todo fue oscuridad después.

Todos nos miramos con sorpresa, era demasiado raro que Klaus no recordara nada después de eso. Algo en mí me decía que había algo más, algo había pasado y no debía ser bueno.

Unos pasos en la puerta nos hicieron mirar hacia ella, ahí estaba T/N, con unas flores en sus manos. Sus ojos estaban en Klaus, parecía que estaba triste por el aspecto de mi hermano.

—Vine a ver cómo estabas, se me hizo raro no verte en el desayuno —dijo ella —. Si es un momento íntimo entre hermanos, yo puedo irme.

Alisson le dedicó una sonrisa amable.

—Está bien, puedes quedarte —la invitó a pasar.

T/N se acercó lentamente con una pequeña sonrisa, le entregó las flores a Klaus.

—Espero que no te sientas tan mal, aún me debes esa limonada —sonrió ella.

—Gracias, pequeña. Por supuesto que tomaremos una —Klaus tomó su mano.

—¿Qué es lo que tienes? —preguntó ella.

Pude notarla algo nerviosa al esperar la respuesta de Klaus, miré a mis hermanos para ver si alguien más lo notaba. Pero como siempre ellos eran tan ingenuos como para darse cuenta.

—No lo sé, sólo sé que anoche bajé por agua y después no recuerdo más —explicó Klaus.

T/N asintió ante las palabras de mi hermano, noté que su expresión fue de alivio pero rápidamente sonrió ocultándola. Ella estaba ocultando algo, su actitud daba mucho que pensar.

—¿Quieren un bocadillo? Puedo prepararles unas galletas —ofreció T/N.

Todos aceptaron, ella salió y yo fui detrás de ella. Tomé su brazo y la detuve, ella me miró sorprendida. 

—Cinco —suspiró —. ¿Puedo ayudarte en algo?

Preguntó, con una pequeña sonrisa que sin duda podía convencer a cualquiera de que ella no ocultaba nada. Pero en mi caso era distinto, yo sabía que ella escondía algo sumamente sucio.

—¿Por qué te pusiste nerviosa con Klaus? Tu preocupación hacia mí hermano es sospechosa —dije.

Ella arrugó sus cejas, como si no tuviera idea de lo que estaba hablando.

—No entiendo tu desconfianza, Klaus me cae demasiado bien y por eso me preocupo por él —explicó —. Es agradable, a diferencia tuya.

Sonreí de manera burlona, no me tragaba sus falsas palabras.