Extra III. Futuro.

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Años después.

Cinco Hargreeves.

Recorría la academia como loco, buscando por todas las habitaciones, baños y lugares que tenía el enorme lugar. Pero no encontraba lo que quería, así que comenzaba a entrar en pánico porque sabía que T/N me mataría cuando pusiera un pie en la academia.

Llegué al salón y me encontré con Diego quien jugaba con una de sus navajas.

—Diego, ¿viste a los niños? —le pregunté.

Él desvió la vista de la navaja para mirarme con burla.

—¿Acaso los perdiste? —su pregunta tenía un tono de burla —. Tu esposa va a matarte.

Lo miré con enojo, no tenía tiempo para sus tontos comentarios. Necesitaba que me dijera si había visto a mis hijos en algún lado.

T/N había salido esta mañana con Vanya y Alisson, las tres se estaban encargando de organizar la boda de Vanya, mi hermana se casaba con una chica que había conocido hace tres años. Vanya le había pedido matrimonio hace dos meses y ahora estaba nerviosa ya que quería tener el traje perfecto para su día soñado.

—Nunca eres de gran ayuda, no sé por qué me molesto contigo —bufé.

Luther hizo acto de presencia en ese momento.

—Cinco, ¿dejaste a los gemelos al cuidado de Klaus? —preguntó.

—No.

—¿Entonces qué hacen arriba del gran roble que está en el jardín mientras Klaus les dice que escalen hasta la cima?

En ese momento Diego dejó se sonreír con burla, yo abrí los ojos con sorpresa y sin dudarlo, corrí hasta el jardín con mis hermanos siguiéndome por detrás. Al llegar, vi a Klaus dándole ánimo a los gemelos para que treparan más el gran roble.

—El que llegue primero sin hacer trampa, tendrá un chocolate —dijo Klaus.

—¡¿Pero qué rayos están haciendo?! —miré mal a Klaus —. Voy a matarte.

Él me miró indignado.

—No es mi culpa, ellos ya estaban arriba del árbol cuando llegué —se excusó —. Yo solo los animé a seguir subiendo.

Diego dio un paso cerca de nuestro hermano.

—Eres su tío, se supone que debes cuidarlos no alentarlos para que hagan cosas peligrosas —lo reprendió —. Ellos podrían caer y herirse.

—Tío Klaus, voy ganando —dijo Ryan, felizmente.

Klaus lo miró con una sonrisa, abrió la boca pero la cerró al ver que le dediqué una mala mirada.

—Hiciste trampa, tonto —dijo Aidan —. Te teletransportaste.

Ryan le sacó la lengua y Aidan bufo.

—Ustedes dos —llamé su atención —. Bajen de ese árbol.

Pero ellos solo me miraron y decidieron ignorarme.

Son tan odiosos.

Igual que su padre.

—No, bajaré hasta que suba a la cima y le gané a Aidan —dictó Ryan.

—Ni se te ocurra subir más, Ryan —le advertí, pero él siguió escalando.

De los dos era el más rebelde, era un demonio andante, pero frente a su madre se comportaba como un angelito.

Le gustaba tener la atención de T/N a cada hora.

Alguien está celoso porque le robaron el puesto.

Secretos (Cinco y T/N)  ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora