9.- Casto

53 11 2
                                    

Siwon esperaba en el piso inferior, mientras leía uno de los libros que había traído con el propósito de distraerse

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Siwon esperaba en el piso inferior, mientras leía uno de los libros que había traído con el propósito de distraerse.

Estaba atento por si escuchaba a Heechul decir "Tulipán", pero intentaba ignorar lo demás pues aquellos sonidos relacionados con la lujuria eran inmorales en la misma medida en que eran tentadores.

Le molestaba un poco que, cada vez que comenzaba a formarse una idea de la personalidad de su "contratante", este se veía trastocada por completo. Por ejemplo: luego de la primera noche que lo había visto ofrecer su servicio había pensado que se trataba de algo lascivo, sin embargo en esa ocasión todo parecía ser bastante tierno.

¿A qué jugaba aquel extraño humano?

Por fin la criatura se marchó y, sin poder contener su curiosidad, subió los pisos que lo separaban del dulce peliblanco, lo encontró acostado en la cama igual que la vez anterior, aunque ahora tenía un mejor aspecto y al verlo sonrió.

—Hola Siwonie, —murmuró.

Por algunos momentos Siwon frunció el entrecejo ante aquel sobrenombre, sin embargo no dijo nada, simplemente fue a sentarse al lado del humano. Esta vez no había marca de la mordida y el único rastro, aparte del olor, era el latido lento de su corazón.

Dejó que sus ojos vagaran por el cuerpo blanco de Heechul, no dijo nada aunque internamente disfrutaba de aquella imagen, el cuerpo lampiño aunque bien formado se mostraba no excesivamente musculoso, su cintura era delgada y con una cierta curvatura en sus caderas, de nuevo cruzó por la mente del pelinegro la idea de que en Heechul se mezclaba lo mejor de ambos géneros.

—Ahora sí quieres tu parte de la mercancía —preguntó Heechul al notar cómo lo miraba.

Siwon desvió los ojos para mirarlo directamente y así detener su inspección, Heechul sonreía aunque aquella parecía ser diferente, no era la sonrisa tentadora con la que lo molestaba sino una de relajada aceptación.

—No es un buen momento, aún necesitas recuperarte.

—No te preocupes, estoy bien. Sungmin-shi suele ser bastante cuidadoso al alimentarse, —para su sorpresa Siwon chasqueó la lengua, aunque fue un gesto apenas perceptible.

—La última vez terminaste bastante agotado.

—No es su culpa, creo que estoy perdiendo la resistencia para soportar a dos amantes en lugar de uno... Como sea, si no quieres probarme entonces déjame dormir —dijo antes de volver a cerrar los ojos.

Antes de poder contenerse, Siwon estiró la mano hasta que la punta de su dedo índice tocó la frente de Heechul antes de bajar en una muy suave caricia hasta la punta de su nariz, repitiendo el gesto varias veces.

En respuesta Heechul suspiró mientras el sueño lo acometía.

—¿Qué haces? —preguntó con un hilo de voz.

—Es una antigua costumbre, se usaba para dormir a los niños pequeños, —confesó sin detener su caricia.

—Oh, ya veo; aunque no soy un niño pequeño, funciona.

En efecto, algunos segundos después la respiración profunda y el cuerpo laxo de Heechul denotaron que había caído en el sueño profundo.

Siwon aun se tomó varios minutos para observarlo, en ese estado de relajación que otorgaba el sueño Heechul le parecía tiernamente guapo, le gustaba más sin aquella sonrisa pagada de sí misma que el humano solía portar.

Cada nueva faceta que iba descubriendo de él le intrigaba más que la anterior, al grado de romper las primeras impresiones que se iba formando de él. Decidió dejar de lado aquellos prejuicios y solo actuar conforme el momento se lo fuera pidiendo,

Dedicó una última caricia sobre los labios color rosa oscuro, lo que trajo a su memoria lo que le había dicho acerca de las flores.

Servicio Feérico (SiChul)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora