Pasó casi una semana antes de que concertara otra cita, mientras terminaba de recuperarse, no quería volver tan pronto al hospital así que siguió todas las indicaciones, alimentándose bien, haciendo ejercicio y descansando lo suficiente.
Más que por otra cosa, lo hacía también para mantener su mente ocupada, pues no dejaba de pensar en lo que había ocurrido, aún estaba algo confuso pero comenzaba a llegar a algunas conclusiones.
El tema ahora era buscar la manera de planteárselo a Siwon. Sí, quería que siguiera a su lado, pero dado que lo había "contratado" para cuidar de él, si ya no estaba ese factor presente, ¿aceptaría quedarse con él? Tal vez con la promesa de su sangre podría retenerlo algún tiempo más.
Siempre podía jugar la baza de "damisela en apuros", aunque no fuera en el sentido estricto de la palabra, podía insinuar que Hangeng era un peligro y que quería que Siwon lo protegiera de él aunque no tuviera más clientes, eso le daría el tiempo suficiente para terminar de seducir al grandote.
Y creía que ya tenía un cierto avance, pues aunque no lo había visto desde la noche en que le contó todo, las rosas seguían apareciendo cada mañana en su casa, aunque habían cambiado de ser color rosas a unas intensamente blancas, y siempre capullos cerrados.
Pensaba en todo eso mientras terminaba de arreglarse, esta vez se había decantado por un traje tweed color gris claro, aunque debajo de él llevaba una playera blanca de cuello redondo, así no terminaba de verse demasiado formal. En un último impulso, tomó el pequeño capullo que correspondía a ese día, cortó el tallo casi por completo para poder dejarlo en el bolsillo de su saco, sobresaliendo como un bello adorno más.
No tardó mucho más antes de que tocaran el timbre, su cita había llegado. Bajó a abrir, confiado en que Siwon estaría de nuevo en su habitación, sin embargo se sorprendió cuando, al abrir la puerta, se topó con dos figuras en lugar de una.
Era cierto que Yesung le había avisado que se trataba de una cita especial, sin embargo jamás mencionó al joven vampiro de rostro circular, cabello ondulado y sonrisa tierna que lo miraba por encima de su hombro mientras lo abrazaba.
—Buenas noches Heechul, te presento a RyeoWook, quien recientemente se convirtió en mi pareja, —habló el mayor.
—Es un placer, pero Yeye, querido, te dije que por el momento no aceptaba parejas, —se quejó el peliblanco.
—Lo sé, no quiero que nos sirvas a ambos, pero quería que mi Wookie disfrutara del placer de tu sangre, vengo en plan de acompañante únicamente. aunque claro que pagaré por mi presencia —aseguró.
Heechul se quedó algunos momentos pensándolo, no era tan mala idea cobrar el doble por solo un servicio, y conocía a Yesung por suficiente tiempo como para confiar en él, a fin de cuentas había sido uno de sus primeros clientes.
—De acuerdo, pero sabes lo que pasará si se salen de control, —ambas criaturas asintieron—. Muy bien, Yeye, RyeoWook, son bienvenidos a mi casa por esta noche.
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Servicio Feérico (SiChul)
FanfictionLos vampiros han vivido ocultos entre los humanos durante siglos, sin embargo su presencia a creado una mutación en estos últimos, los llamados "seres feéricos" pueden ser distinguidos por su cabello naturalmente blanco, y para la criatura su olor y...