12.- Casto

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El despertador sonó a su hora habitual, no demasiado temprano aunque sí lo suficiente para que pudiera aprovechar su día

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El despertador sonó a su hora habitual, no demasiado temprano aunque sí lo suficiente para que pudiera aprovechar su día.

Por algunos momentos resintió el silencio en su casa, ni siquiera se escuchaban niños o coches fuera de ella, así que decidió prender la televisión, aunque no pusiera atención al canal de música habría algo de ruido.

No lo aceptaría en voz alta pero lamentaba que Donghae se hubiera marchado, se había acostumbrado a su presencia ruidosa y descuidada en la casa, pero sabía que el menor era más feliz así, eso era lo importante.

No fue hasta que se levantó de la cama, pensando en la otra presencia que podría llegar a echar en falta, que se percató del detalle: justo en el centro del tocador había un florero blanco y dorado que no había visto antes, en él había un ramo con 6 rosas de color rosa oscuro sin llegar al rojo.

Eran bellas y de olor muy dulce, además de que estaban completamente florecidas; aunque este último detalle entristeció ligeramente a Heechul mientras acariciaba los suaves pétalos, el que estuvieran así significaba que no les quedaba mucho tiempo de vida, pronto se marchitarían.

Una sombra de tristeza se coló por su ánimo al pensar así, por lo que prefirió dejar el florero donde estaba y dedicarse a su rutina diaria de comida, limpieza y ejercicio.

Sin embargo la sombra no desapareció del todo, así que la invitación de Donghae para salir a beber por la noche fue bastante bien recibida. Su siguiente cliente lo recibiría hasta dentro de tres noches, así que tenía tiempo de beber a gusto y luego limpiar su sangre para estar "en su punto" para aquel momento.

Por algunos momentos tuvo la intención de llamar a Siwon para que lo acompañara, sobre todo al ver la hora y calcular que estaría fuera de casa mucho después de que anocheciera, pero no era una reunión de negocios así que tendría que pagarlo de su propio dinero, además de que las rosas le daban la idea de no mostrarse muy apegado a él.

Al final se decantó por su propia protección, colocando cuidadosamente la larga peluca color castaño y algo de colonia dulce que se confundía con su propio aroma hasta hacer parecer que todo era artificial. Acompañó el look con una camisa blanca de dos capas, un pantalón negro con rayas blancas y un pañuelo celeste al cuello para romper la monocromía.

Alabó su reflejo una vez antes de salir de casa, varias horas después ya estaba al lado de su amigo y de otro chico más joven que también trabajaba de mesero con él, en cuando Donghae le presentó a Kibum este le cayó bien por su simpleza y su amabilidad, por lo que los tres habían entrado pronto en confianza y ahora estaban algo bebidos.

—¡Maldita sea! La edad te quita algo de resistencia, —se quejó Heechul mientras observaba su vacito de soju vacío.

Había estado bebiendo a la par del dos dos jóvenes, sin embargo parecía que en él el licor hacía aún más efecto. Aunque la diferencia no era tanta la diferencia: los tres estaban enrojecidos y hablaban con voces bastante altas para escucharse por sobre la música.

Servicio Feérico (SiChul)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora