Los vampiros han vivido ocultos entre los humanos durante siglos, sin embargo su presencia a creado una mutación en estos últimos, los llamados "seres feéricos" pueden ser distinguidos por su cabello naturalmente blanco, y para la criatura su olor y...
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En cuanto lo escuchó quejarse todo su cuerpo se tensó, para cuando dijo la palabra "tulipán" él ya estaba listo y se apresuró a acudir a la habitación indicada.
Tuvo algunos problemas en controlar su furia, aquella criatura no debería de tener ni siquiera un siglo desde que había sido convertido, no tenía el autocontrol suficiente como los otros clientes habituales de Heechul.
Podía admitir que no era un mal chico, en cuanto recobró el dominio de sí se disculpó, cerró la herida de su peliblanco y se marchó, no sin antes dejar una cantidad absurdamente grande de dinero en uno de los muebles del cuarto.
Siwon ni siquiera lo miró, estaba más concentrado en Heechul, quien aún respiraba dificultosamente. El aroma de su sangre era embriagante luego de ser derramada.
Heechul se pasó la mano varias veces por el rostro, intentando recomponerse. Se veía sumamente pálido lo cual resaltaba las sombras oscuras bajo sus ojos. Cuando intentó levantarse se tambaleó un poco, Siwon se apresuró a sujetarlo, sintiendo su piel húmeda y mucho más fría de lo usual.
—¿Te encuentras bien? —le preguntó sin soltarlo.
—Lo estoy, solo quiero dormir —se quejó el humano intentando zafarse del agarre de Siwon, aunque con el movimiento y el mareo terminó casi cayendo sobre la cama.
Siwon bufó con molestia.
—Es claro que no lo estás.
—¿Entonces para qué preguntas?
Heechul se movió con lentitud para tomar la bata rosa y cubrir con ella su cuerpo, podía notarse que le dolía la pierna, incluso su malestar general. Aquello sólo servía para alimentar el enojo de Siwon hasta que no pudo contenerse.
—¿Por qué aceptaste reunirte con él? Es solo un chiquillo y...
—Basta, —le interrumpió Heechul—. No necesito que me sermonees.
—Estoy preocupado por tí, idiota.
—Pues no necesito que te preocupes y tampoco necesito que me dejes rosas por doquier. Eres mi protector, no alguna especie de novio o cosa por el estilo.
Heechul había comenzado a gritar, o al menos a intentarlo dada la poca fuerza de su voz, sus ojos furibundos miraban a Siwon con un brillo parecido al de la fiebre.
—Ya te dije que solo me preocupa...
—¡No te pago porque te preocupes! —volvió a interrumpirlo—. Te pago porque me protejas y ya lo hiciste, así que ahora puedes largarte.
—¡Maldita sea! No me preocupo porque me pagues por ello, no vendo mi atención como una...
Antes de que pudiera continuar un fuerte golpe en la mejilla lo silenció, claro que la palma abierta del humano no ocasionó el menor daño en el cuerpo sobrenatural, sin embargo fue la mezcla entre sorpresa y furia la que lo silenció.
