27.- Castos

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Despertó lentamente, sentía el malestar de una gran cruda, todo su cuerpo se sentía duro y frío como si hubiera dormido destapado y con la ventana abierta

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Despertó lentamente, sentía el malestar de una gran cruda, todo su cuerpo se sentía duro y frío como si hubiera dormido destapado y con la ventana abierta. Además alguien estaba hablando bastante fuerte en una habitación cercana.

Maldijo mentalmente su manía de beber demasiado, en aquel momento ni siquiera podía recordar por qué lo había hecho. Al abrir los ojos notó que no estaba en su habitación, ni siquiera en la habitación especial, tardó un poco en reconocer el cuarto del sótano.

Algo negro y molesto volaba enfrente de sus ojos e hizo un aspaviento para alejarlo, luego de sentarse en la cama y observar a su alrededor, había un poco de luz aunque no parecía que ninguna de las lamparas estuviera prendida; y los molestos insectos seguían rondando.

Oprimió sus ojos con las palmas de las manos para intentar alejar la sensación de pesadez de su cabeza, sin embargo al separarlas un poco fue que notó la especie de hilos negros que interrumpían se vista, al tomarlos se dió cuenta de que era su propio cabello. Por algunos momentos pensó que se trataba de alguna de sus pelucas pero un simple tirón le indicó lo contrario.

Sin terminar de comprender lo que ocurría se levantó rápidamente para ir al baño sin embargo todo a su alrededor se volvió borroso por un momento, asustado se dio cuenta de que había terminado de pie a la mitad de la habitación.

—¿Qué diablos...? —murmuró para sí mismo.

Esta vez con cuidado, se movió hasta llegar al baño, dudó algunos instantes antes de asomarse al espejo, tal como temía, se dio cuenta que su largo cabello se había vuelto de un intenso color negro.

Lo más llamativo eran sus ojos antes de un gris oscuro, pues para ese momento brillaban con el tono violeta que tantas veces antes había visto y que le recordaba a los tulipanes. Estiró la mano para tocar el frío espejo, aquel color violeta le recordó otros dos pares de ojos que había visto, con un tono menos brillante pero con una gran maldad, eso trajo todos los demás recuerdos.

Por algunos momentos cerró los ojos y se llevó las manos a la cabeza, negando todo lo que había ocurrido, todo lo que había tenido que sufrir. Estaba a punto de llorar cuando volvió a escuchar las voces en la parte de arriba en su casa, esta vez de manera lenta y sosteniéndose de la pared, avanzó para subir allí.

En la sala esperaban cinco criaturas y un humano.u

—... es que han pasado ya más de dos semanas, ¿y si no despierta? Hyuk, ¿qué vamos a hacer si no despierta? —lloraba Donghae.

—Tranquilo amor, él va a despertar, estoy seguro. Tú mismo ya viste cómo sus heridas se iban cerrando.

—Pero ustedes dijeron que se tardaron solo una noche en despertar, ¿no es así, Siwon-hyung? ¿Entonces por qué él está tardando tanto?

—La sangre oscura tenía mucho más trabajo que hacer, no solo transformarlo —hablo Siwon entre las dos manos que tenía entrelazadas frente a su boca.

Servicio Feérico (SiChul)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora