17.- Casto

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Heechul dormitaba en la camilla del hospital, la doctora había venido y le aseguró que lo daría de alta una vez que el nuevo suero que le había conectado se terminara

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Heechul dormitaba en la camilla del hospital, la doctora había venido y le aseguró que lo daría de alta una vez que el nuevo suero que le había conectado se terminara.

Ya había hablado con Donghae para pedirle que lo recogiera así que ahora sólo quedaba esperar, y en esa espera solo quedaba pensar, era lo único que podía hacer.

No podía quitarse aquellas preguntas de la cabeza, ¿que había ocurrido con Siwon? ¿Por qué se había comportado así luego de que le contara su historia?

Tenía una idea, las preguntas que Siwon le había hecho luego de mencionar una "visita" lo hacían obvio, sin embargo era difícil de creerlo. ¿Por qué Hangeng volvería? Había dejado muy en claro que no quería volver a verlo, y él había hecho lo mismo, así que no había razón para que volviera, además no era la primera vez que estaba en aquel hospital desde que se habían separado.

No pudo llegar a ninguna conclusión aún después de que su dongsaeng llegó por él, el doctor volvió para darle el alta e informarle que todos los costos habían sido cubiertos por la misma persona que lo había traído, a lo que contestó con un simple bufido.

Aun cuando llegaron Heechul seguía con aquel mismo humor pensativo, por lo que Donghae no pudo contener más la curiosidad y lo acribilló a preguntas hasta que le contó todo lo que había ocurrido.

—No sé que le dijo como para que se pusiera así de serio, —concluyó Heechul su narración.

—Siwon parece ser siempre serio, —comentó Donghae, sentándose a su lado.

Había escuchado la historia desde la cocina mientras preparaba algo de chocolate caliente para los dos mientras su hyung narraba desde la sala, en ese momento le dió su taza caliente a un distraído Heechul.

—No es lo mismo, él tiene este tipo de seriedad de las criaturas antiguas, como si por su edad no pudieran reírse o debieran mostrar esa actitud solemne. Pero esta vez estaba serio de verdad.

—Hangeng-hyung no era así, ni mi Hyuk lo es.

Heechul rio, pero fue una risa baja y tranquila, no la típica en él.

—Ignorando el que hayas dicho "tu" Hyuk, te diré que en efecto él era así al inicio, Hangeng también, era todo pomposo cuando hablamos por primera vez. Solo con el tiempo fue abriéndose, y luego se puso de pesado.

Donghae recordaba vagamente aquellas peleas, no solo por haberlas escuchado personalmente, lo cual casi nunca ocurrió, sino por todas las veces en las que había visto a su hyung pasándose de copas para luego despotricar contra su protector, siendo Hae muchas veces el receptor de todas aquellas quejas.

—Creo que... creo que él solo se preocupaba por ti, Hee-hyung.

—Lo que quieren es controlarme, y no estoy dispuesto a permitirlo, no los necesito, soy perfectamente capaz de cuidarme a mí mismo.

—Eso lo sé hyung, y creo que ellos también. Pero últimamente estás algo desmejorado... no me veas feo, me refiero a que esta es la tercera vez en el año que terminas en el hospital, y antes no te pasaba así, recuerdo que incluso podías recibir a dos clientes en una noche y seguías como si nada.

>Si hasta yo puedo notar eso, es obvio que ellos también y eso es lo que les preocupa.

El mayor suspiró con la vista clavada en su taza llena ya solo a la mitad. Podía explotar contra las exigencias de los otros dos, pero los inocentes alegatos de su menor lo desarmaban.

—Sabes que si es por dinero, Hyuk y yo...

Heechul lo silenció con un gesto, con el que casi derrama su bebida.

—No es eso, te aseguro que tengo el dinero suficiente, tanto ahorrado como invertido, como para poder vivir el resto de mi vida a gusto. Es solo que no quiero depender de nadie, argh, no quiero ser una típica esposa que espera a que su hombre le de dinero para poder comprarse sus cosas.

Donghae no pudo evitar soltar varias carcajadas debido a la comparativa. No, en efecto su Hee-hyung no iba a depender de nadie así, sin embargo... su risa se detuvo de golpe. no quería que nada le pasara a él.

—Bueno... quizá podrías espaciar un poco más tus citas, —tanteó el menor con cuidado.

—No quiero darle el gusto a ninguno de esos dos, terminaré cuando yo quiera.

—De acuerdo hyung, de acuerdo. Solo asegúrate de hacerlo antes de que sea demasiado tarde.

Casi pierde su propia taza debido al almohadazo que le arrojó el mayor.

—No te hagas el sabiondo, pequeño pescado de mar.

Con mucha solemnidad, Donghae dejó su taza en la mesa, en la zona más alejada y, por consiguiente, segura. Apenas Heechul estaba preguntando qué hacía cuando el menor se volteó y le dió también un almohadazo casi en plena cara, afortunadamente él ya había terminado y gracias a la alfombra la taza no se rompió al caer.

Ambos comenzaron así una pequeña guerra, intentando golpear al contrario con su arma-almohada y evitar al mismo tiempo el ser golpeado. Fueron solo algunos minutos pues pronto el mayor se mareó debido tanto al esfuerzo como a los golpes recibidos en la cabeza.

—Hee-hyung, lo siento, ¿estás bien? —preguntó el menor preocupado al verlo pálido luego de que dejara caer su arma.

—Sí, sí. No te preocupes, solo necesito descansar.

—Anda, te llevo a tu cuarto.

Antes de que pudiera alegar el menor ya había pasado un brazo por debajo de sus hombros y lo ayudaba a levantarse, sin hacer más Heechul simplemente se dejó arrastrar hasta su habitación. Una vez allí volvió a meterse en la cama, disfrutando de lo mullido de la misma.

—Me preguntó si esta noche vendrá Siwon —preguntó en un susurro semidormido.

—No creo, Hee-hyung, Hyuk me dijo que lo había contactado pues necesitaba platicar con él.

Aún antes de que Donghae saliera él ya se había quedado profundamente dormido, disfrutando del ambiente seguro y familiar.

Servicio Feérico (SiChul)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora