♪52♪

25.6K 2.1K 609
                                    

JungKook

En estos momentos voy en un taxi de camino al apartamento de Lisa.

Voy a terminar todo con aquella mujer que por imbécil deje al amor de mi vida.

—Es aquí. —le digo al conductor.

Le pago y me bajo.

Subo por el ascensor hasta el apartamento de Lisa.

Una vez estoy al frente de su puerta, toco con suficiente fuerza para que me escuche.

Escucho unos pasos y luego de unos segundos puedo verla al otro lado del marco. Y realmente se ve mal.

Está palida, ojerosa y un poco más delgada.

—Entra gusano. —se hace a un lado.

—¿Te están exprimiendo en el trabajo? —le pregunto—. Te ves fatal.

—Mi apariencia es por otros motivos —murmura y se sienta en el sofá—. Siéntate y hablemos de todo lo que debemos hablar.

—Muy bien. ¿Quieres empezar tu ó lo hago yo? —me siento en el sofá al frente de ella.

—Lo haré yo. —afila su mirada—. ¿Por qué me has ignorado durante tanto tiempo? —cruza sus brazos.

—Porque estabas actuando como una mujer loca, tóxica y posesiva. Tu jamás actuaste así antes, así que me cansé y te ignoré hasta que por fin te calmaste. —le respondo.

—No estoy loca, no soy posesiva y mucho menos tóxica. —se defiende.

—Lisa, ¿tienes idea de cuántos mensajes y llamadas perdidas tengo de tí desde que te ignoré? —le pregunto incrédulo—. Fueron tan excesivas hasta el punto en que tuve que apagar mi celular.

—Hice todo eso, porque quería saber dónde vivías ahora. Eso me recuerda otros tema. ¿Dónde vives y por qué no quieres decirme?

—Saber dónde vivo no debe llamar tu atención y no puedo decirte por muchos motivos. —respondo.

—Dime uno de ellos.

Joder... Todos los motivos vinculan a JiMin...

—La zona residencial es muy peligrosa —miento—. Además, son muy estrictos en el edificio. —vuelvo a mentir.

—Son motivos ridículos. —gruñe enfada.

—Son motivos válidos. —le devuelvo la jugada.

—Sé que hay algo más profundo y oscuro en esos dichosos motivos por los cuales no me permites ni siquiera saber dónde vives.

—Ese motivo creo que no te debe importar.

—¿Cómo estás tan seguro? —me pregunta desafiante.

—Porque ahora conozco a la verdadera tú —me cruzo de brazos—. A ti solo te importa lo que se trate de ti. —escupo comenzando a enfadarme.

—¿Ah sí? —se acerca—. ¿Por qué estás tan seguro?

—Porque no te importó destruir tu relación y después mi relación con JiMin —me acerco por igual—. Y yo como un imbécil te seguí en tu juego del placer y terminé lastimando a la persona equivocada. Ambos tuvimos la culpa...

—¿Quién? ¿El estúpido de tu ex? —me pregunta—. Nunca pensabas en él antes, durante y luego de que teníamos sexo. Además, me amas y por eso lo dejaste. Corrección, él te dejo a ti, porque nos vió mientras tú me la enterrabas y proclamabas tu amor hacia mí. —sé que me está provocando.

—¿Cómo voy a amar a una zorra como tú? Aquella que amaba de ti, ¿adivina qué? Ahora me da asco —yo también puedo jugar tu jueguito estúpido—. Y por tí perdí a quien realmente importaba.

Ella enrojece y alza su mano.

—Ni se te ocurra golpearme, porque no dejaré que suceda como la última vez. —sujeto su muñeca sin hacerle daño.

—¡A mí no me llamas zorra! —grita.

—Lo siento, pero no te puedo llamar de otra forma, porque eso es lo que eres. Yo tampoco soy un santo, pero por lo menos me arrepiento de todo el mal que hice. Tú no, tú disfrutas de ese mal.

—Pero bien que disfrutaste acostarte con ésta zorra. Y por está zorra destruiste tu relación con el imbécil ese, que en estos momentos se ha de estar acostando con alguien que no eres tú.

—¡No lo vuelves a insultar! ¿Me oíste? —le grito—. Él no es como tú. Él es alguien puro que no es capaz de dañar ni siquiera una mosca.

—Pues te convencí por meses de que esa mosquita muerta te era infiel y tú cómo un estúpido caiste en mis mentiras y el que terminó siendo infiel fuiste tú —hace un puchero falso—. Y perdiste a tu idiota enamorado solo por creer en mis palabras que lo único que querían era llevarte a la cama.

—Pues, ¿adivina qué? —me pongo de pie—. Lo voy a recuperar, así que hasta aquí llegamos tu y yo. ¡Terminamos! —le digo decidido.

Me acerco a la puerta pero ella me detiene.

—Es tu turno. ¿Adivina qué? —me dice—. Estoy embarazada.













































































































































































































Ya pasamos la mitad desde hace unos capítulos, así que poco a poco nos vamos acercando al final.

Espero les guste. Disfruten el fanfic.

Gracias por el apoyo.

EDITADO

♪MENTIRAS♪ |Kookmin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora