♪02♪

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JiMin

Estoy tan feliz y emocionado. Hoy vuelvo a casa. En realidad debería volver pasado mañana o al día siguiente de ese, pero los directores de la academia me permitieron devolverme días antes. Después de una semana voy a poder ver a mi Kookie. Lo extraño tanto, siempre que viajo lo extraño montones. Sé que le debería haber dicho que hoy llegaba, pero le quiero dar una sorpresa, apuesto a que se morirá de la felicidad y amor.

Será una gran sorpresa. Tengo todo planeado. Voy a llegar lo voy a besar durante horas, luego haré la cena, miraremos una película y quizás después de eso, ocurra algo más íntimo.

Son pasadas las cinco de la tarde, ya tengo comprados los ingredientes de la cena y tengo un obsequio que ordené a Kookie desde Tokio.

A lo lejos veo el complejo de apartamentos dónde vivimos, al llegar a portería, el taxi se estaciona y le pago al conductor la cantidad debida.

Entre pasos lentos y pacíficos me acerco al portero y vigilante del lugar. Él al verme agranda mucho los ojos, y por algún motivo se empieza a poner nervioso.

¿Qué le pasa?

—Hola Fred, ¿cómo estás? —pregunto cuando estamos frente a frente—. ¿Te encuentras bien? Estás muy pálido.

—J-Joven Park, bi-bienvenido a casa —seca el sudor de su frente—. Me encuentro bien, es solo el calor que hay aquí.

Extrañado miro el exterior. Pero, si está haciendo frío y se nota que pronto lloverá.

—Como digas Fred. —me encojo de hombros—. Nos vemos después.

Empiezo a caminar hacia el elevador, escuchando que Fred dice algo, más no le entiendo por lo bajo de su pronunciación. Fred es de Estados Unidos pero ahora vive en Corea, habla muy bien el coreano, tanto así, que parece nativo de aquí.

Una vez dentro, agito mi mano hacia él y las puertas se cierran. Cada vez estoy más cerca de mi Kookie.

Al llegar al piso donde se encuentra nuestro departamento, siento como un tipo de opresión en mi pecho. ¿Que será?

Al llegar a la puerta con el 408 en lo alto, saco las llaves y las introdusto. Ya estoy cerca de besar a mi Kookie.

Al entrar al departamento veo todo oscuro y callado. Seguro está dormido.

Con una risita dejo mi abrigo y las compras sobre el sofá.

De puntitas me acerco a la puerta de nuestro dormitorio. La opresión incrementa. Pero... me detengo abruptamente.

¿Qué es ese sonido?

Con lentitud me acerco a la puerta y la abro suave y sutilmente.

Adentro... Adentro del lugar encuentro una de las escenas más horribles de mi vida y que me destruye el alma.

¿Po-por qué hiciste eso Kookie? ¿Por qué me hiciste eso? ¿Por qué nos hiciste eso?

—¡JungKook estoy cerca mi amor! —escucho la voz de la mujer que está debajo de mi novio.

Yo igual preciosa —responde mi Kookie moviéndose más rápido. No, ya no es mi Kookie. Ya no es mi novio. Lastimosamente ya no es mi novio.

¿Por qué no me voy de aquí? ¿Por qué sigo viendo esto?

Sentir la humedad en mis mejillas hace que me dé cuenta de mis lágrimas rodando igual que una cascada.

Ambos acaban luego de unos movimientos más de JungKook...

Te amo JungKook. —sus labios se juntan con los de mi expareja.

—Yo igual preciosa. Te amo como jamás he amado a alguien. —y cuando pensé que JungKook no me podría destruir más, me viene con esas palabras.

Así que la amas... La amas más de lo que me amaste a mi...

Sin poder soportar más ésta cruel escena, entro en el cuarto con fuerza llamando la atención de esos estúpidos.

JungKook palidece varios grados en tan solo unos segundos.

—¿Qué es esto JungKook? —le pregunto mientras veo a mi supuesto novio con esa chica.

—JiMin déjame explicarte. —me pide JungKook con miedo.







Segundo capítulo, espero les guste. Pobre mi JiMinnie. Él no merece sufrir.

EDITADO

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