♪MENTIRAS♪ |Kookmin|

♪72♪

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JungKook

JiMin hace unas horas se fue a dormir en su habitación y a mi me dejó en el cuarto de invitados.

No estamos en la misma cama porque JiMin teme lastimarme de algún modo mientras está dormido, así que quiere que me recupere antes de volver a compartir habitación.

Lo que no sabe es que le agradezco que no esté en el mismo cuarto, o podría oír la llamada que estoy apunto de hacer.

Espero a que suene los tres timbres, pero me envía a buzón de mensajes. Lo intento nuevamente y sucede lo mismo. Desesperado sigo intentando hasta que por fin contesta.

—Hermano, ¿tienes idea de qué hora es? —escucho su voz medio adormilada.

—Sí, lo siento hermano. Pero necesito que me ayudes con algo, es muy, muy importante. —hablo en susurros.

—¿Qué quieres, Jeon? Sabes que mis favores luego me los cobro muy caros.

—Soy conciente de ello, pero realmente necesito tu ayuda...

—... —su silencio se extiende por la línea

—Por favor JiHo. Realmente es muy importante. —le suplico.

—¡Rrrrggh! ¡Rrrrggh! —escucho... ¿ronquidos?

—¡JiHo! —grito y escucho su pequeño balbuceo asustadizo—. Hermano, despiértate.

—Es tu culpa que esté así, ¡Son las dos de la madrugada! —refunfuña palabras que no logro entender.

—Lo sé, pero esto es importante.

—¡Ashh! ¿Qué quieres? —pregunta cansadamente—. ¿Se pueden callar hijos de puta? Quiero dormir. —escucho otra voz.

—¿Es YoonGi? —pregunto.

—Sí, ahora dime qué mierda quieres antes de que él me mande a dormir en la sala.

—Necesito que por favor tú... —comienzo a contarle mis planes y nos quedamos hablando por lo que parecen horas.

♪♪♪

—Kookie... —escucho un murmullo.

Me muevo en la cama y sigo durmiendo.

—Kookie, despierta —una caricia llega a mi mejilla—. Bebé, abre tus ojitos. —siento pequeños besos en mis párpados.

Con pereza me voy despertando y cuando abro mis párpados, encuentro una imagen hermosa.

Sonrío y me desperezo.

—Buenos días, Minie. —saludo al pequeño chico frente a mi quien me recibe con una gran sonrisa.

—Buenos días, dormilón. Levántate ya, el desayuno está esperando por ti en el comedor —se levanta y quita mis cobijas—. Ven y te ayudo a sentarte en la silla de ruedas. —intenta sujetar mi torso, pero lo alejo suavemente.

JiMin me mira confundido.

—No quiero utilizar la silla, quiero llegar hasta el comedor caminando. —le explico.

JiMin asiente con la cabeza y vuelve a sonreír.

—Entonces déjame ayudarte a ponerte de pie y caminar hasta allá. Seré tu bastón. —bromea.