♪MENTIRAS♪ |Kookmin|

♪10♪

4/4

JungKook

Vamos camino a un club que Lisa encontró. Me aseguro que era genial y que nos divertiríamos mucho.

—¡Vamos mi amor ya casi llegamos! —mira por la ventana del taxi—. ¡Aquí! —le grita al conductor.

Nos detenemos, le pagamos y nos bajamos.

Dios que larga fila. Nos vamos a quedar aquí durante horas.

Lisa camina ignorando la fila y se acerca directamente a la entrada del lugar.

—Lisa, ¿a dónde vas? —le llamo—. La fila comienza por allá. —apunto al lugar.

—No te preocupes bebé —besa mis labios castamente—. Conseguí que nos dejarán pasar sin la necesidad de hacer la fila. —toca suavemente mi mejilla dónde hay un moretón grande.

Se acerca al hombre que está revisando las identificaciones. El hombre apenas la mira y al segundo quita la cuerda que impide el paso al club.

Yo asombrado la sigo.

—¿Cómo lo conseguiste? —le pregunto mientras subimos las escaleras.

—A todos les gusta los perros calientes pero no les gusta saber de qué están hechos —me responde de un modo sutil. Y de manera disimulada me dice “no preguntes”.

La música resuena en mis oídos. Es electrónica vieja.

El lugar está lleno. Personas tomando, bailando y fumando se encuentran por todos lados.

—¡Te dije que nos divertiríamos! —me grita por encima de la música.

Nos acercamos al bar y pedimos bebidas con alto grado de alcohol.

Lisa se toma su martini de un sólo sorbo y toma mis manos.

Yo apenas puedo terminar mi vodka con ron y ella ya me está jalando a la pista de baile.

La música que empieza a sonar, es movida pero sensual.

—¡Vamos a bailar mi amor!

Se pega a mi y mueve su cuerpo al ritmo de la música. La sigo en el sensual ritmo.

Restrega su trasero en mi miembro que por el movimiento se empieza a despertar.
Seguimos bailando hasta que la canción acaba.

—Ufff que calor —Lisa se abanica con las manos—. ¡Vamos por más bebidas!

Nos pasamos la mayoría de la noche entre tragos y baile.

Todo me da vueltas luego de una hora. No sé en dónde está Lisa, se me perdió en algún momento de la noche.

Yo me encuentro en el bar, pidiendo bebida tras bebida. Ya perdí la cuenta de cuántos shot's voy.

Aburrido me acerco a la pista de baile y comienzo a bailar sólo. Cierro los párpados y me dejó llevar por el ritmo de la música.

En algún momento un cuerpo se pega al mío. Abro los párpados y miro abajo, es Lisa. Sus ojos están encendidos, se ve roja, su labial está corrido y se ve más borracha que yo.

—¡¿Dónde estabas?! —le grito para que pueda oírme. No paramos de bailar.

—¡Solo fui un momento al baño! —me responde.

Se mueve descoordinadamente pero sin dejar la sensualidad.

—¡Nos tomamos unos tragos más, bailamos una canción más y nos vamos! —le aviso.