♪MENTIRAS♪ |Kookmin|

♪33♪

JiMin

—¡Woow! —exclama Tae cuando llegamos al lujoso y grande edificio donde queda mi apartamento.

—Se ve muy extravagante. —HoSeok lo mira completamente.

Yo tomo una de las cajas y me voy a la recepción donde veo al vigilante, un hombre alto, corpulento, rubio castaño, piel morena y ojos verdes, pero no recuerdo su nombre.

—Hola... —no completo la frase.

—... Gabriel. —lo completa él.

—Lo siento, aún no lo logro recordar tu nombre. —comento.

—Con el tiempo lo hará. ¿Quiere ayuda con esa caja? —su acento ruso sobresale en las palabras.

—No gracias, estoy bien —me acerco al ascensor y lo llamo—. Nos vemos, Gabriel. —me despido cuando entro al pequeño lugar.

—До скорой встречи. —se despide en su lengua materna, pero no le entiendo y él lo nota—. Dije: Te veo pronto.

—Ohh... —me río—. Deberías enseñarme algunas palabras en tu idioma. —detengo las puertas antes de que se cierren.

—Con gusto señor... ¿Park? —pregunta dudoso.

—Dime JiMin o Minie o en caso formal, joven Park, el señor me hace sentir viejo. —Fred lo hacía todo el tiempo y no me gustaba.

—Приятного дня, молодой Пак.

Extrañado dejo que las puertas se cierren y el ascensor se ponga en marcha.

¿Que me habrá dicho?

Cuando llego al séptimo piso, comienzo a buscar el número 204. Solo estuve aquí una vez cuando TaeMin me dijo que me tenía una sorpresa, pero nada más. Además de que ese día me llevó con los ojos vendados y cuando pude ver, ya estaba en el apartamento. Y en la salida poco recuerdo por estar riéndome de las ridiculeces que decíamos los dos.

Al final del dorado pasillo veo la puerta marrón con los números en plateado.

Camino hasta allá e inserto las llaves, adentrándome a mi nuevo hogar.

Este lugar cuesta una fortuna, pero vale la pena, los apartamentos son como las habitaciones de un hotel cinco estrellas.

—¡¿JiMin?! —escucho el grito de Tae—. ¡¿Dónde estás?!

—¡En el apartamento con la única puerta abierta! —grito devuelta mientras dejo la caja en lo que será mi sala.

—¡Woow! Esto es como la casa de un principe. —halaga Tae cuando llega a mi lado con dos cajas—. ¿Cuánto cuesta? —se pasea por el lugar viendo las paredes vinotinto de la sala y el pasillo que conduce hacia las dos habitaciones del mismo color, los dos baños azul rey y un pequeño estudio color beige

La enorme cocina blanca queda pegada a la sala y por último un balcón mediano del mismo color.

Este lugar es muy caro pero valió la pena todo el dinero gastado.

Concuerdo con lo que dice mi subconsciente, además de que mis pagas son el triple de grandes desde que entré en la academia.

—La primera renta que más bien fue como una compra. Costó un salario de la academia. Y la renta cuesta un cuarto de un salario, incluyendo servicios. —miro a TaeHyung quien tiene los ojos como huevos fritos.

—¿Así de caro fue el arrendar este lugar? —parece impresionado.

Me encojo de hombros.

—Supongo que vale la pena los cuatro mil dólares de la primera renta, ya después solo serán mil —le explicó cuánto cuesta en dólares mi apartamento—. Por eso nos hacen firmar un contrato en el que dice que como mínimo pasaremos seis meses viviendo en el lugar. Además de que queda cerca de la academia, a solo diez minutos.

—Joder si que es caro y estricto este lugar. Mejor me quedo en mi apartamento con mi Hobi. —murmura.

—¿Qué les pasó chicos? —pregunta TaeMin cuando llega a nuestro lado cargando tres de las cajas más pesadas—. ¿Por qué tardan tanto?

—Nada, solo hablabamos. —responde Tae saliendo del apartamento para seguir ayudándome con la mudanza.

Yo estoy apunto de seguir a TaeHyung, pero TaeMin me lo impide.

—JiMin sé que te escogí un apartamento muy caro... Y que tu me dijiste que querías los muebles nuevos para este lugar. Pero te gastaste todo tu salario de la academia pagando este lugar —se rasca la nuca visiblemente incómodo—. ¿Cómo y con qué planeas comprar todos los muebles del lugar? Y ahora que lo recuerdo, no tienes ni siquiera una cama para pasar aquí la noche... —me mira como si se estuviera disculpando con los ojos—. Sé que es mi culpa que ya no tengas tu paga, así que... ¿Qué te parece si te quedas en mi apartamento mientras compras todas las cosas de aquí? —propone.

—No importa lo caro que es, me gusta este lugar. Sí, gasté toda mi paga, pero tengo algo de dinero ahorrado que pienso utilizar para pagar los muebles... —me duele recordar el dinero.

Mis ahorros de meses, solo para invertilos en la boda que ni siquiera se había confirmado...

—Y por lo de una cama, no te preocupes, tengo un colchón inflable guardado por hay —le resto importancia—. Sigamos, ¿vale?

Ambos salimos del lugar pero el grito de Tae nos asusta.

—¡HoSeok, ¿Qué hiciste?! —parece furioso—. ¡JiMin nos va a matar!

¿Yo?

Okey, quiero saber qué hicieron.

Camino por el pasillo y veo a TaeHyung y HoSeok pegados a una de las puertas de los apartamentos.

—¿Qué ocurre? —les pregunto cuando llego a su lado.

—Emmm pues... —comienza Tae—. No tengo ni la menor idea de cómo, pero HoSeok estaba caminando con la caja de tus trofeos de danza, tropezó y... Uno de los trofeos termino enterrado en la puerta de este apartamento. —se corre y veo la mitad de mi trofeo enterrado en la pobre puerta de madera.

—Ay Dios... —golpeo mi frente con mi palma—. TaeMin, por favor trae a Gabriel y dile que lo necesitamos.

TaeMin asiente y se va.

—No sé cómo hicieron eso. Pero me saldrá costoso. —los regaño.

—¡Lo sentimos! —se disculpa Tae—. Prometo que te ayudaremos a pagar la puerta.

—Pero por supuesto que lo harán.

Cuando Gabriel está acá, le explico el incidente y prometo pagar lo destruido.

—No se preocupe joven Park. En unos días se traerá el reemplazo de la puerta —me tranquiliza con una sonrisa—. Sigan en lo suyo mientras yo me encargo de la puerta. —se va sin más.

Nos pasamos la siguiente hora llevando mis cosas, mientras nos reímos y comemos pizza al finalizar.

—Gracias por todo chicos. —les digo una vez todos están en la puerta de mi apartamento.

—Fue un gusto, Minie. —me abraza mi mejor amigo.

—Espero te guste tu nuevo palacio, solecito. —bromea Hobi.

—Tengo buen gusto. —se pavonea TaeMin.

Yo me despido de todos y con una sonrisa en la cara me acerco a mi habitación donde hay un montón de cajas y un colchón inflable en la mitad.

Mi nueva vida es mejor de lo que pensé. Pero no me puedo adelantar, solo ha pasado un día. Las cosas pueden cambiar.

De todas formas, mi nueva vida va por buen camino.

Por cierto, Gabriel no se dice como se escribe y lee. Se dice ”Geibrel" o por lo menos en mi fanfic así es.

Y lo que Gabriel le dijo a JiMin fué: Que tengas un buen día, joven Park.

Disfruten el capítulo y el fanfic. Espero les guste.

EDITADO