CAPÍTULO 26: "Sospechas"

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— ¿Tienes que ir a ese almuerzo?
— Lo siento cariño pero tengo que hacerlo, Wes, es mi mejor amigo y me niego a dejarlo solo con esos cavernícolas, son horribles

Danielle, acababa de salir de la ducha y se encontraba envuelta en una toalla frente al espejo cepillándose los dientes mientras Nicholas, seguía de pie desnudo dentro de la ducha, no le gustó para nada que su prometida lo dejara luego de una maravillosa mañana, quería más

— Ayer estuviste todo el día comiendo pasteles con Mika y hoy Wes ¿Cuándo yo?
— El resto de nuestras vidas amor —responde divertida
— Eso..., juegas sucio Ross —intentó protestar pero le gustaba mucho como sonaba esa frase en sus labios
— Tú juegas sucio, estás desnudo a propósito, me distraes
— Quiero pasar el día contigo
— Serán máximo 3 horas, no soportamos mucho a sus hermanos, lo prometo, y ve planeando algo qué hacer porque la tarde es nuestra
— Bien, pero recuerda lo que me gusta hacerte cuando me abandonas
— Oye no seas así, tú te la vives saliendo y no te digo ni pio, se un chico bueno y lo que te gusta también me gusta a mí, recuérdalo y ya acepté ir a esa fiesta de gala y además iremos a comer con tu familia el martes
— Detalles —protesta envolviendo una toalla a su cadera
— Nic, te amo se un chico bueno y haz todo el trabajo que tengas que hacer porque en cuanto llegue no quiero que asomes tu nariz en esa oficina ni el celular ni nada, todo mío
— Sí mi amor
— Así me gustas

Riendo se lanzó a su cuello atrayéndolo a su altura para besarlo como a él le gusta, siendo escandalosamente efusiva.

— Traviesa, me vas a dejar con ganas —susurra sobre sus labios
— Jamás haría eso... —responde mordiéndole el labio inferior
— Nunca me canso de ti

Soltando su agarre a ese redondo culo que tanto le gusta en ella, le quitó la toalla que ocultaba sus deliciosas curvas para pasear sus manos por todo su cuerpo hasta llegar nuevamente a su trasero, pero se contuvo, sabía que no podía tomarse su tiempo así que la alzó en el aire y la subió al lavabo de mármol oscuro le abrió las piernas y mientras se besaban con desesperación su mano la calentó lo suficiente como para penetrarla sin hacerle daño

— Casémonos ya, me haces sufrir y mi ansiedad crece un poco todos los días
— ¿Solo tu ansiedad crece? —bromea mientras es embestida por su demonio
— No me distraigas tramposita, hablo en serio
— Tú fuiste quien puso la fecha, después de invierno para lucir tus jardines y estoy de acuerdo
— Falta mucho
— Unosss meeessss —gime
— Ya, quiero hacerlo ya
— ¡Entonces deja de hablar!
— ¡La boda! —aclara acelerando sus embestidas
— No pares ¡y ya no hables!

Perdida en el momento no pudo con la conversación, lo hacía porque sabía que ella le daría la respuesta que deseaba para que dejaran de hablar y se concentraran más en el placer.

— Entonces ¿qué dices? —insistió en cuanto recobró el aliento, pero aun en su posición preferida
— Tengo que entrar en la ducha otra vez —intentó apartarlo pero su cuerpo seguía sin energía, necesitaba un momento
— Hablo en serio
— Y yo, en cuanto a la boda..., no he hecho nada de planificación y no puedo olvidar a Theo, quiere diseñar mi vestido y tu traje
— No es necesario
— Es importante para él y confío en su talento, no seas malito —le hizo pucheros mientras rodeaba su cuello con ambos brazos
— Habla con él, hoy mismo, que empiece ya a preparar sus "diseños"
— ¿Qué es lo que te emociona más de esto de la boda?
— La luna de miel por supuesto
— Insaciable
— No me culpes, eres deliciosa
— Cariño, no me voy a ir a ninguna parte quiero esto tanto como tú, no tienes que dudar, el pasado ya es pasado, ni siquiera deberíamos mencionarlo las cosas son distintas ahora, solo voy a patearte el culo cuando te comportes como un estúpido niño rico y ya, conozco tu temperamento y no me va a espantar
— Esa es mi chica

Sí SeñorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora