CAPÍTULO 57: "Maru, la hija de Kobayashi"

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ES ELLA.

Maru, era la hija de Takeshi Kobayashi, la persona a quien le había traspasado su cuarenta por ciento del hotel, el que robó descaradamente a Nicholas.

— ¿Sucede algo? ¿Me equivoqué en algo?
— Tu apellido es como un trabalenguas... —murmuró aun en shock por el descubrimiento
— Lo sé, es el apellido de soltera de mi mamá

Sin saber que hacer momentáneamente la llevó por una copa mientras intentaba encontrar a Nicholas, con la mirada, había estado intentando encontrarla por meses y ahora aparecía aquí mágicamente.

— Me dijiste que tuviste gemelas, wow, te ves increíble para haber sido mamá ¿hace cuánto fue eso?
— Gracias, no mucho, son solo 6 semanas apenas estoy recuperando mi peso, de hecho estoy a medio camino
— Oye no te presiones, estás linda, estoy segura que a tu esposo le gustas como sea
— Es..., pese a la imagen que hay de él, de un hombre frío y serio, es un encanto, cariñoso y buen papá, odia que la niñera sea quien atienda a las niñas, prefiere hacerlo todo él mismo
— ¡Qué tierno! Adoro a los bebés, te deseo lo mejor con tus bebitas
— Muchas gracias Maru

Ahora recordaba lo agradable que fue conocerla la primera vez. Olvidando su apellido se dejó embriagar por su alegre personalidad, le contó sobre Hipo y Chimuelo y acerca de cómo acabó comprando 30 gatitos.

— Me encanta, pero en serio ¿por qué no puedo llevármelos ahora?
— Tenemos que prepararlos, el veterinario debe dar el visto bueno, no podemos ser irresponsables
— Pero no podré dormir pensando en ellos, soy algo ansiosa
— Hagamos esto, pediré que tus bebés sean los primeros y mañana mismo los tendrás en tu casa
— ¿Lo prometes?
— Claro, solo prométeme que los cuidaras muy bien
— Lo prometo, me encantan los gatitos pero como me mudo mucho nunca tuve el corazón para adoptar
— ¿Te mudas muy seguido?
— Lo hacía, ahora que mi novio consiguió su ascenso ya no tendremos que movernos de la ciudad y me encanta vivir aquí
— Me alegra saber que ya no te mudarás
— Si, definitivamente me encantaría que saliéramos juntas algún día, sé que con bebés es algo difícil
— Tranquila, el que tiene problemas para salir de la casa es Nic, se preocupa muchísimo, es tierno
— Te ves feliz y eso es genial
— Gracias, ya me tengo que ir pero antes te prometo que mañana mismo tendrás a tus gatitos así que prepara tu casa
— Gracias Dani, me alegra haberte encontrado
— A mí también Maru...

Antes de despedirse le dio su número y enseguida fue a buscar a Nicholas, sabía que si no estaba en el salón lo encontraría en la suite con las niñas.

Y allí estaba él, con la pequeña Mini, en brazos meciéndola mientras le hablaba suavemente sobre el evento

— Mini, tu mamá es increíble, ya todos los gatitos tienen hogar y muchos planean visitar el refugio, la selva que recreó en el salón dorado es mágica, haré que lo haga cada año, ya la verás cuando seas mayor, tienes una mamá hermosa e inteligente
— ¡Y un papá maravilloso!

Lo interrumpió Danielle, acercándose a ellos para besarlos a ambos con adoración.

— ¿Qué haces aquí, ya me extrañas?
— Sabes que siempre te extraño bebé —le sonríe besándolo suavemente
— Mmm ¿lista para exprimir esos exquisitos pechos?
— Tengo algo que contarte
— Deja regresar a Mini, en su cuna, quítate el vestido

Divertida con su petición Danielle, fue hasta el baño a lavarse las manos antes de quitarse la parte superior del vestido para ponerse las maquinitas en ambos pechos.

— Intentas provocarme
— No espíes —sonríe acomodándose una de las maquinitas
— Sabes que no me pierdo esta parte

Con la mirada fija en su mujer Nicholas, se acercó rodeándola, posó sus manos en esas curvilíneas caderas y la atrajo a su regazo. Sentada en el inodoro, en las piernas de su esposo le contó lo que había descubierto.

Sí SeñorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora